viernes, diciembre 05, 2014

La Sanación y liberación necesitan Oración confiada.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.


Hay varios tipos de sanaciones y diferentes clases de liberaciones de igual forma cada milagro es totalmente diferente. Pero para que haya una sanación efectiva  y rápida no basta con una Oración a la carrera ni superficial. ¿Cuántas veces Oramos y Rezamos y no sucede nada?  Por qué nuestra Oración no tiene ni las cualidades y elementos necesarios para que surta sus efectos.
A los que Oramos e imponemos manos nos falta “El poder” de la Oración, la fuerza, la energía que no son nuestros sino del mismo Cristo en cuyo nombre Oramos. Hay que reafirmar día a día nuestra Fe, pues es la Fe el motor que mueve las sanaciones y estabiliza el sistema inmunológico de las personas por las cuales Oramos.


Para Orar en el nombre de Cristo Jesús hay que revestirse de los mismo sentimientos del mismo medico Divino que pasó haciendo siempre el bien y se compadecía de los enfermos, los sanaba y para todos ellos tenía un corazón lleno de compasión y de ternura.
“Tened Fe en Dios; Os aseguro que si uno le dice a este monte: “Quítate de Ahí  y tírate al mar, sin dudar en su corazón y creyendo que va a suceder lo que dice lograra lo que pide” (Mc 11, 22-23).

En el Ministerio de sanación si bien la fe del que Ora es importante, en última estancia, la Fe que sana, libera y fortalece es la Fe en el poder de Dios.


Dios nos está hablando en los Milagros, las Sanaciones y las liberaciones, se siente su poder y nosotros podemos proclamar que ÉL está vivo y su presencia es cada vez más fuerte en el mundo.
“Estas señales acompañaran  a los que crean; en mí nombre echaran los espíritus malos, hablaran en lenguas nuevas, pondrán las manos sobre los enfermos y Sanaran” (Marcos 16, 17-18)

jueves, diciembre 04, 2014

Buscando una estrella para Jesús 2014.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.

El gimnasio de la Parroquia San Luis en Alexandria tuvo un lleno total para dar comienzo al VIII certamen de intérpretes de la Canción católica: “Buscando una estrella para Jesús 2014”.
Este evento musical es organizado por el Apostolado Hispano de la Diócesis de Arlington con el objetivo de preparar a la comunidad en Oración, alabanzas para comenzar el año Litúrgico de Adviento. Pues a través de la música Católica cada intérprete parroquial de las canciones Católicas  lleva a cada persona a encontrar y buscar a Dios.

Como nos dice Juan El Bautista en su invitación a la conversión “Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos….” (Lucas 3,4) Con la música Oramos dos veces y cantamos la gloria de Dios sobre nuestra comunidad.
Así los híspanos en la Diócesis de Arlington comenzamos esta gran celebración en fiesta, Alabanza, penitencia, solidaridad y mucha Oración. Este año la competencia estuvo muy fuerte y reñida pues cada parroquia llegó bien preparada.

13 participantes subieron a escena y 3 fueron los premiados  por el jurado calificador.
El primer lugar lo obtuvo Nacely Lobo de la Parroquia San Luis en Alexandria; El segundo lugar Alexis Claudio de San Juan Apóstol en Leesburg y el tercer lugar Victor Peña de San james. La voz revelación fue Cristian Rivera de San Luis.

Cada Parroquia estuvo acompañada por numerosas y animadas porras que daban ánimo a cada uno de los participantes. Las barras Oraban, Cantaban y desfilaban con sus respectivas mascotas. Las más destacadas fueron las de san Jose, San Luis, Cristo Redentor, Buen Pastor y San james.


Una vez más nuestra Diócesis se está preparando y participando en la nueva Evangelización a través de los mensajes musicales Católicos en espera del nacimiento de Cristo.
 

miércoles, diciembre 03, 2014

Que el Adviento sea un constante Pentecostés.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.


En esta época todo pueblo está en espera de algo grande y maravilloso que va  a suceder pues en Oración, buenas obras y alegría nos preparamos para celebrar el nacimiento de Jesús. De igual forma tenemos el mismo sentimiento de cuando nos preparamos para la venida del Espíritu Santo en nuestro esperado Pentecostés.
Esta es una gran oportunidad para sentir que Dios con su voz divina ilumina nuestro ser, nuestra familia y al mundo entero.

Es también una manera de invocar con fuerza al espíritu Divino como fuente de amor y poder celestial que habita en aquellos que aman a Dios y le son fieles.


Tu vida en esta época de Adviento puede ser un constante Pentecostés, una fiesta diaria del Espíritu Santo como portador de Paz y de luz.
Pídele a Dios que te aleje de los miedos, temores, quejas, dolores, recuerdos amargos del pasado y de cualquier aflicción.

Coloca tu vida, la de tu familia y amigos en las manos de Jesús. Ora con energía y gran fuerza como si todo dependiera de ti.
Haz pues en este tiempo de Adviento, un alto en el camino, mírate en el espejo de la vida, perdona y perdónate; aprende a vivir con una conciencia abierta a recibir las bendiciones merecidas.

¿Cuánto tiempo pasas de rodillas ante el Santísimo?

lunes, diciembre 01, 2014

Conociendo a Cristo en Adviento.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.


Han llegado a nuestra vida litúrgica 4 semanas de preparación para la venida de Jesucristo nuestro señor y rey del Universo.
Sera un gran tiempo de prepáranos a la gran espera en Oración, penitencia y en adoración a Jesús Sacramentado. Sería muy interesante de que así como nos reunimos a celebrar la fiesta de Pentecostés también en este tiempo de Adviento nos reuniéramos multitudes ante el santísimo con bandas musicales, horas santas y vigilias.

Cristo representa la totalidad de nuestra existencia, es la fuerza, el poder, la energía, el mando, la autoridad, el destino, la sanación, la salvación y la eternidad.


Las tormentas, los terremotos,  las inundaciones, los amaneceres el frio, el calor y la nieve, las montañas, los mares, los cambios de colores en los árboles en el otoño y los grandes mares nos hablan a gritos de la existencia y la grandeza de un ser superior a quien llamamos Dios.
Conocer en este tiempo de adviento es fácil, lo puedes hacer abriendo  en oración tu corazón solo a ÉL. Pero la mejor preparación es cambiar nuestra vida de pecado, nuestra indiferencia social, nuestro egoísmo, mal genio y cambiar nuestro rostro amargado para que Cristo nos reconozca y nosotros conocer a Cristo en Adviento.