Desde la celebración del domingo de ramos hasta el domingo de resurrección o Pascua las Iglesias con una masiva presencia hispana participan con la misma devoción en estos días Santos que nos invitan a la solidaridad, penitencia y recogimiento Espiritual.
Las Iglesias de nuestra Diócesis de
Arlington se quedan verdaderamente pequeñas ante las multitudes que asisten a
los diferentes eventos y ceremonias religiosas, las procesiones son coloridas
tratando de seguir el ejemplo de nuestros países de origen.
En todas las Iglesias ya es una tradición celebrar por las calles o al frente de las Iglesias, el Viacrucis o las estaciones de la cruz en vivo. Y lo más curioso es que dentro de esas multitudes pudimos notar la presencia de personas de otras culturas y nacionalidades.
Cristo es el centro y el protagonista de estas poderosas celebraciones que congregan a millones de fieles en todo el mundo, las acciones de Cristo por ejemplo al lavar los pies a los discípulos, darnos su cuerpo y su sangre en la última cena, aceptar la agonía y posteriormente la muerte en la cruz nos da la esperanza en los tiempos difíciles y son modelo de una entereza fiel, cuando las tinieblas nos envuelve.
En tiempo de sufrimiento, fracaso, ruptura
familiar, perdida de amigos o la muerte de un ser amado, la muerte de Jesús nos
da la esperanza de un mejor futuro y con su resurrección y pascua nos llena de alegría
y paz.
Por eso querido hermano te invito a
entregarte completamente a Cristo quien es el único que venció la muerte y ha
venido para quedarse en tu corazón. Que
viva Cristo resucitado.