Hace unos días estuve predicando en la ciudad de Valledupar en Colombia y el Señor Obispo de aquella Diócesis decía a los miles de asistentes: “La renovación carismática debe renovarse” “Los renovados deben renovarse” y esta es una gran verdad.
Un grupo de jóvenes en el descanso del X Congreso de Sanación me preguntaban ¿Padre Hoyos como podemos entonces renovarnos y ayudar a otros jóvenes a renovarse? Y yo les contestaba: Siendo auténticos y mostrando con alegría el Evangelio de Jesucristo, anunciando y Evangelizando a los que todavía no conocen a Cristo.Con entusiasmo y gozo y sobre todo no tener miedo al tirar la red de la fe y esperanza.
No malgasten sus fuerzas midiendo el tamaño de la montaña y
comiencen a escalarla. Pues en la cima de aquella montaña hay un gran tesoro
lleno de dones y carismas que son maravillosos regalos de Dios para los que
creen en él.
Todos hemos sido bendecidos con talentos en nuestra vida pero
unos se conforman con enterrar esos dones, carismas tienen miedo a la crítica o
a la equivocarse. Pero Dios no quiere eso, Dios espera que nosotros pongamos a
producir lo que él sabe que nos dio.
“Quitadle por tanto su talento y dáselo al que tiene 10
talentos, porque a todo el que tiene se le dará y le sobrara, pero al que no tiene,
aun lo que tiene se le quitara” (Mateo 25,28-29).
Dios pone en nuestro camino medios y recursos para lograr Sanación
o Liberación. Deje que Dios le ayude a descubrir el propósito y la misión que
tiene para ti. “Entonces dirán las naciones: Grandes cosas ha hecho el señor
con estos. (Salmo 126,26)
Y de esa manera Dios quiere aumentar nuestra fe y reorientar
nuestros dones y carismas. Y Recuerda que “Jesús
sigue sanando”