Diario El PaísMayo 30 de 2007
"La noticia no es ganar un premio, sino la nominación. Cuando nominan a un colombiano nominan a un país. Como bugueño es toda mi ciudad la que está nominada. Es un honor para mí aspirar al segundo premio más importante después del Nobel de la Paz, hay muchas expectativas y buenos candidatos. El año pasado el premio fue para UNICEF. Sé que muchos caleños enviaron una carta apoyándome". José Eugenio HoyosLa nominación del sacerdote ha sido respaldada por los presidentes de Nicaragua y Salvador, nueve embajadores, el cardenal de Sevilla y los rectores de las universidades de Pamplona, Salvador, Atlanta y Georgetown. Estadounidenses y latinoamericanos postulan a este abanderado fundamentalmente de una reforma justa a la ley migratoria en EE.UU.
"El niño necesita un trasplante de médula ósea. Es una operación muy delicada. Le costará US$300.000", fue el dictamen médico.
El sacerdote José Eugenio Hoyos buscó la mirada desconsolada de los padres de la criatura, unos chilenos que se habían ido para allá, para Estados Unidos, arriesgándolo todo, en busca de una nueva vida para ellos y para su hijo. ¿Y ahora, de dónde sacarían tanta plata?
El padre se remangó las mangas de la sotana y se puso manos a la obra, organizó una gala, pero al final aún le faltaban US$100.000. Luego consiguió US$20.000 y le pidió a sus compañeros de causa que oraran con él por un milagro.
Días después del acto benéfico, una pareja se le acercó. "Padre, leímos en el
Washington Post sobre el niño chileno. No pudimos asistir a la gala, pero queremos saber cuánto le hace falta para que puedan operarlo", le dijo la mujer, después de contarle que su único hijo falleció de leucemia.
"US$80.000", respondió el padre, abrigando esperanzas, que son lo último que se pierde. La señora miró a su esposo y le preguntó: "¿Qué piensas tú, mi amor?". "Yo creo que con eso no regresaremos a nuestro hijo a la vida, pero le daremos vida a este niño". Respuesta que le devolvió el alma al cuerpo al padre.
Ese sentimiento que Dios y esos americanos le regalaron al sacerdote ese día de milagros es el mismo que lo embarga hoy cuando la comunidad estadounidense y latinoamericana lo postularon al Premio Príncipe de Asturias en la categoría Concordia como mérito a su labor social y humanitaria.
Una nominación que apoyan los presidentes de San Salvador y Nicaragua, nueve embajadores, un cardenal y los rectores de las universidades de Pamplona, Atlanta y Georgetown.
Sus obras hablan por él. El padre Hoyos, quien actualmente vive en Washington, es el fundador de
Mapavi, organización sin ánimo de lucro por medio de la cual ha ayudado a las familias de personas que necesitan trasplantes de órganos. A través de la campaña Corazón Alemán, se han operado 68 niños de labio leporino y del corazón.
También es impulsor del programa
Multiplicadores de Paz que promueve campañas para pedir la liberación de secuestrados en Colombia, a través del acuerdo humanitario.
En República Dominicana, Honduras, Guatemala y Panamá ha sido promotor de becas para los menos favorecidos. Y ha librado la lucha para que en las escuelas de Estados Unidos el español no se pierda. Hoy, el padre Hoyos reza por un milagro, no es el Premio, sino que se apruebe la reforma a la ley migratoria en Estados Unidos.
La 'barra' para el padre HoyosEl sacerdote ya ha sido galardonado con el Premio Presidencia en San Salvador, Medalla al Mérito Internacional Congreso Nacional de Colombia, Premio Libertad y Justicia Gobierno de Cali y Premio Solidaridad Internacional Congreso de Estados Unidos.
Tom Davis, miembro del Congreso de Estados Unidos, presentó la candidatura del reverendo Hoyos ante la Fundación Príncipe de Asturias.
Lo apoyaron el presidente de San Salvador, Elías Antonio Saca; los embajadores ante la Casa Blanca de San Salvador, Colombia, Guatemala, Bolivia, Nicaragua, el de Venezuela ante la OEA y Hermanos Sin Fronteras, World Visión, el Arzobispado de Sevilla, España, y la Universidad de Georgia, entre otros.
Perfil José Eugenio Hoyos Salcedo
Nació en: Buga. Octavo de 12 hermanos.
Estudios: Colegio Académico de Buga. Teólogo de la Universidad Católica de Chicago.
Cargo: Director de la Renovación Católica Carismática y del Apostolado Hispano en la diócesis de Arlington, Virginia.