Estando predicando en Merced, California, y en medio de una de mis reflexiones pedí una canción para avivar a la audiencia y me sorprendió la alabanza: “Los locos de la ciudad”. Esta melodía definitivamente alboroto y puso a bailar a todos los asistentes; y su letra era lo más sencillo pero cargada de muchas verdades.
Primero porque se está tratando de rescatar la identidad Carismatica en todos los grupos de oración, en los eventos o retiros pues esta es la mejor oportunidad para que los carismáticos no tengamos miedo ni temores de salir a evangelizar como nos está pidiendo el Papa Francisco.
Y la canción decía: “la gente dice que somos los locos de la ciudad, porque andamos por la vida predicando la verdad, pero que importa que digan que somos locos perdidos, si Jesucristo nos quiere para ser sus elegidos. El mundo es un manicomio y Jesus es el doctor, Él nos da la medicina para el bien del pecador. María la humilde esclava al Señor obedeció y nosotros la imitamos con amor y gran fervor. La vida que yo llevaba mi Jesús me la cambio y con su Sangre Preciosa mis pecados perdono”.
Y así es el movimiento de la Renovación Católica Carismática está trayendo muchas conversiones, católicos más comprometidos sobre todo con la frecuencia de los sacramentos y con la defensa de la doctrina católica. Hace unos meses una periodista en Federal, Argentina me preguntaba: “Padre Hoyos, ¿Por qué usted es un predicador y sacerdote carismático?” y yo le respondí, “porque siendo sacerdote dentro de la Renovación Carismática pude encontrar un significado más fuerte del compromiso misionero de Cristo, y pude descubrir el carisma de la sanación y de la liberación en un Cristo vivo. Y además me encanta ser un fiel adorador Eucarístico. ¿Por eso también estoy loco, pero por Cristo?