No podemos ignorar que dentro de
nuestra Iglesia Católica que la diversidad de movimientos, ministerios y grupos
son esenciales para mover la Evangelización en nuestras Parroquias y comunidades
rurales.
Un gran ejemplo lo tenemos en
nuestras manos como por ejemplo la Renovación Católica Carismática con su gran
motor Evangelizador. Su espiritualidad propia invita a la conversión y a la
bienvenida de multitudes de católicos que se consideran creyentes pero no
practicantes.
Los Sacerdotes debemos abrirnos un
poco más a conocer y a apoyar a estos ministerios, a dar formación a los nuevos
agentes pastorales.
La Iglesia nos pide a gritos a que
nuestros feligreses sean renovados en Cristo, los Sacramentos y en el
conocimiento de nuestra doctrina católica Romana.
L a Renovación Católica Carismática
como fuente de gracia nos presenta la alegría y el entusiasmo, el fresco ardor
de comunicar la Fe y mostrar la fuerza del Espíritu Santo.
La convocatoria que tienen los congresos
o eventos y seminarios del Espíritu Santo deben ser oportunidades para la nueva
Evangelización.
La Iglesia no debe tener miedo de
sentir el nuevo gozo de la cultura de Pentecostés, al contrario abramos las
puertas de la Catequesis para formar Católicos más sólidos en la Fe y en la
vida Sacramental de la Iglesia, con la presencia y la fuerza del Papa Francisco
debemos aprovechar los vientos positivos que están refrescando la Iglesia de
Cristo, la Iglesia Católica.