
Y así fue como ocurrió un estadio a rebotar, una gran mar humano donde al unísono de las alabanzas y con la fuerza de la oración se sentía la presencia de un Cristo Vivo. En el momento de comenzar la oración de sanación y de advertir a más de 20,000 asistentes a este gran carnaval de fe que iban a suceder sanaciones y milagros pero no las iba a realizar el Padre Hoyos sino el mismo Cristo Sanador y Rey de Reyes.
Al terminar mi segunda predica cerca al medio día varias personas se acercaron a comenzar a dar poderosos testimonios que nos dejaban impactados y maravillosos. Esto me hacía recordar lo que San Marcos 16:17-18 nos dice: “y estas señales acompañaran a los que creen…pondrán las manos sobre los enfermos y los sanaran y así sucedió.
Carlos Asdrúbal Mejía me pidió publicar su testimonio con nombre y que otros jóvenes pudieran con su ejemplo glorificar al señor; nos dice Carlos que desde hacía varios meses ha estado desempleado, lo dejo su esposa y había intentado quitarse la vida, su misión era suicidarse. Un familiar le regalo la entrada al evento, vino y después de varias horas me busco para pedir perdón pues en el mismo evento se encontró con sorpresivamente con su esposa que la había abandonado se pidieron perdón han vuelto a formar de nuevo su hogar, están felices y para la gloria de Dios fue el Espíritu Santo quien los sano y los junto de nuevo.
