Por José
Eugenio Hoyos
La Renovación
Carismática es solo un movimiento más dentro de la Iglesia Católica es una
verdadera corriente de gracia.
Y la
RCC es una gran bendición para el mundo actual cada vez sigue creciendo no solo
en número y en multitudes sino en una fortaleza de Espiritualidad. La infinidad
de testimonios de Conversión, Sanación y Liberaciones en el mundo entero lo
demuestran.
En cada
parroquia donde está activo, obediente y siguiendo las normas de la jerarquía
los grupos y asambleas de oración siguen creciendo y fortaleciendo los
diferentes ministerios parroquiales.
“Te
basta mi gracia, mi mayor fuerza se manifiesta en la debilidad.” (Corintios
12:9)
Muchos
Sacerdotes desafortunadamente ignoran, no apoyan a los movimientos de la
Iglesia pues por falta de tiempo no están dispuestos a dar formación doctrinal
a los grupos sedientos de Sacramentos, de conocer e integrarse más a la
Iglesia.
Como
nos dice el Papa Francisco hay que estar más al lado de la gente, nuestra Evangelización
no la podemos realizar detrás de un escritorio, o prohibiendo o dando órdenes
como si la Iglesia fuera una empresa o un negocio.
Tenemos
conciencia de que a nuestros feligreses hay que mostrarles una Iglesia mas dinámica,
con más fuerza donde cada bautizado se sienta importante y parte de esta
familia eclesial.
La Renovación
Carismática es una revolución espiritual cargada de fe y mucha oración.
Es la
Revolución del Evangelio puesto en acción donde millones de fieles vuelven a
los pies de Cristo donde los ojos de la fe ven ante Jesús Eucaristía milagros y
donde cada predicación trae esperanza y misericordia a un pueblo que sigue
esperando la segunda venida de Cristo Jesús. Desde ya se siente la Fuerza del Espíritu
Santo... Listos para un nuevo Pentecostés.