Por José
Eugenio Hoyos
En san Lucas capítulo 2 versos 21 al 22 decía un día Jesus: “Nadie
recomienda un vestido Viejo con un pedazo de genero Nuevo: Porque la tela nueva
encoje, tira la tela vieja, y se hace más grande la rotura. Y nadie echa vino
nuevo en recipientes viejo, porque el vino y los rompería. Así se echarían a
perder el vino y los recipientes. ¡Al vino nuevo, recipientes nuevos” (Palabra
de Dios).
El llamado para cada uno de nosotros, el llamado de Jesús es
a que la Renovación se renueve, la Iglesia se renueve, el mundo se renueve y
nos preparemos a darle sabor e inyectar nueva fe con el vino nuevo, somos por
la fuerza del Espíritu Santo Vino Nuevo en Recipientes Nuevos.
El llamado de Jesús y María es a que vivamos un Nuevo Pentecostés,
a sintonizar lo nuevo con lo nuevo. Hemos sido escogidos como nuevos discípulos
de Cristo a prender fuego sobre la tierra.
Ser Carismático hoy en día cuesta, no es un honor es una
batalla ganada con oración y perseverancia. Ser Carismático es un discípulo entregado
a Dios. Ser Carismático no es llevar una marca o una etiqueta del espíritu santo,
es vivir y sentir esa presencia en nuestros corazones.
¡A Vino Nuevo, Recipientes Nuevos! ¡¡¡A una Nueva Evangelización
Carismáticos Nuevos Misioneros Nuevos Profetas!!! No es posible participar y
ser protagonistas de una Nueva Evangelización la Renovación Carismática debe
ser el semillero de la Nueva Evangelización y la base y plataforma del V
Encuentro Católico Nacional. Es nuestro tiempo es el tiempo del Espíritu Santo.