jueves, mayo 12, 2016

La Renovación Carismática es fruto de Pentecostés


Por José Eugenio Hoyos


Si en Pentecostés se cumplió la promesa de Jesucristo y hubo una efusión del Espíritu Santo trayendo dones y Carismas.

Entonces la Renovación Carismática es un extraordinario fruto de Pentecostés respaldado por la fuerza del Espíritu de Dios.


La Renovación Carismática como nuestra Iglesia viven por el soplo del Espíritu Santo: cree en El y lo experimenta. El Espíritu Santo no es tan solo la expresión de un Dios que habita en una luz inaccesible; es también el Espíritu de Jesús, hombre entre los hombres. Por ello el Espíritu es revelado por el Evangelio, por las bienaventuranzas, por la cruz.

La irrupción del Espíritu, ya desde el primer Pentecostés, ha dado paso a una Iglesia llena de gozo, más participativa y más dinámica.


Hoy el mismo Pontífice Francisco no habla de la RCC como un movimiento más sino como una poderosa corriente de Gracia. Y esto lo podemos ver en la Cruz Carismática donde podemos constatar que del costado de Cristo brota la Sangre Sanadora y el agua liberadora guiados por el Espíritu Santo. Para así dar comienzo a una nueva Iglesia una Iglesia inspirada por el soplo el RUAH de Dios.

Pentecostés significa entonces que la obra maestra de Dios es una obra nunca acabada, es una corriente que fluye y arrastra con una gran fuerza espiritual. La cultura de Pentecostés que estamos viviendo son los resultados de la Gran cosecha de oraciones que los grupos de oración han realizado por más de 50 años y que ahora la Iglesia empieza a recoger sus frutos. Nos dice el mismo Jesús por sus hechos los conocerán. Y estos hechos son los frutos del Espíritu Santo sembrados y cultivados en la Renovación Carismática a nivel mundial.

miércoles, mayo 11, 2016

Carismáticos viviendo un nuevo Pentecostés en Colombia


Por José Eugenio Hoyos




A pesar de los pronósticos que nos daban los expertos del clima de que el día de pentecostés íbamos a tener una temperatura fría, con lluvias y tormentas el mismo Dios tenía otros planes para una gran multitud que se estaba preparando para vivir la gran fiesta de Pentecostés el cumpleaños de nuestra Iglesia Católica ósea nuestra celebración espiritual y había mucho que agradecerle a Dios. Esta fiesta de Pentecostés organizada por el Minuto de Dios en Bogotá Colombia tuvo lugar en la ya famosa Plaza de Banderas.


Desde tempranas horas se dieron cita más de 8000 personas llegadas de diferentes lugares ciudades y poblaciones vecinas.

Con un hermoso soleado se dio esta magna celebración con poderosas alabanzas llenas de fuego y gozo del Espíritu Santo.

Luego dentro de mi predicación sobre la importancia del cumplimiento de promesas de Jesús de enviar el Paráclito, el defensor el Espíritu Santo. Todos pudimos sentir la presencia de ese Espíritu Sanador y liberador y en esta oportunidad fue dado a todos los asistentes sin medida, sin limitaciones los miles de creyentes pudieron vivir un nuevo Pentecostés.


                 


Definitivamente los caminos de Dios son insondables y misteriosos, muchas veces ajenos al entendimiento o razonamiento humanos lo cual exige la fe y la esperanza que son regalos de su amor, para poder comprender el propósito de esa gran promesa para nuestras vidas en este Pentecostés además de renovar nuestros carismas y dones vimos con gran emoción el derramamiento de sanaciones y liberaciones sobre cada asistente.