Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Dentro de los muchos recuerdos de mi infancia, viene a mi memoria las ferias de mi ciudad natal donde mis padres nos llevaban a ver los desfiles, las cabalgatas, las bandas musicales para celebrar de esa forma bien fuera por el día del Santo Patrono o la independencia del país. Nunca olvidare las preparaciones que nuestros padres hacían con nosotros pues controlar en un desfile a 12 hijos era un poco difícil. Los mayores controlaban a los pequeños para que no nos metiéramos en el desfile o nos moviéramos o perdiéramos el sitio para poder ver bien y no perdemos los pequeños detalles. Realmente eran momentos de familia inolvidables. A todos nos compraban un bombom o chupeta como para que estuviéramos concentrados o no habláramos mucho. El desfile era de un gran colorido, de una gran algarabía y cada grupo de disfraces, cada banda musical o representación comunitaria era bien aplaudida. Todo me encantaba, me parecía vivir una gran fantasía y era como una invitación a lo misterioso y desconocido.
Lo que más me intrigaba y me llamaba la atención era el desfile de las Gigantonas(es) de más de 3 o 4 metros de alto y más en aquel tiempo donde solo tenía 10 años de edad, los veía mucho más altos. Me impresionaba su armadura, su altura, su caminar y la expresión de sus caras pintadas con tanta fuerza que no supieran si me alegraban o me asuntaban. Cada vez que una de ellas(os) pasaba cerca donde yo estaba arrojaban ante el público confetis, dulces y toda clase de golosinas pero por mi miedo a que un gigante de estos me alzara prefería quedarme inmóvil y pasar de ser percibido. Cada Gigantón o Gigantona representaba un personaje del pueblo.
Hoy en día los Gigantes de papel me llaman mucho la atención, pues en mi diario vivir los encuentro por todos lados y en todos los sitios. Los seres humanos vemos a las estrellas de cine, TV, a los grandes deportistas, presidentes, multimillonarios y muchos famosos como grandes gigantes de la farándula y mundo financiero. Pero al tratarlos personalmente dejan de ser tan altos y poderosos para convertirse en gigantes de papel. Se convierten tan pequeños cuando los toca una enfermedad, el desamor, la bancarrota, los escándalos, las desilusiones y el sufrimiento. Su grandeza se desmorona cuando están luchando por ejemplo, por el amor de una mujer, son tan frágiles que con el desprecio o el dolor se puede romper. Los hombres grandes son aquellos que sienten que lo espiritual es más poderoso que cualquier fuerza material y que son las ideas las que rigen el mundo. En este mundo crece utilizando tus talentos al servicio de los demás para que no te conviertes en un gigante de papel.
viernes, marzo 27, 2009
jueves, marzo 26, 2009
Amando a Dios de verdad en la Cuaresma
Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Arlington Catholic Herald
26 de marzo de 2009
La Cuaresma como tiempo litúrgico es una gran ocasión para analizar o medir nuestro termómetro de espiritualidad y preguntarnos: ¿Cuánto amamos a Dios? ¿Qué tan grande y sincero es el amor que le tenemos a nuestro Señor Jesucristo? Amar a Dios no es sólo decir “Señor, Señor.” Hay que caminar y vivir a plenitud con Él muchas extra millas y grandes kilómetros. Millas y caminos llenos de muchos obstáculos, tropiezos, caídas e igualmente felicitaciones, apoyos y el encuentro de nuevas amistades en la familia de Cristo.
Lo más hermoso en la historia de los que han tenido un encuentro personal con Cristo, es que Dios mismo es el que se presenta. Su encuentro es directo y firme. Tantas personas metidas en vicios, como las drogas, el alcohol, el sexo, la pornografía, el crimen, la violencia familiar en todo este remolino del mal han encontrado, que cansados o en el medio de esta turbulencia, la mano de Jesús que compasivamente a venido a rescatarlos, a mostrarles un nuevo camino y a darles una nueva oportunidad de conversión. A eso mismo es lo que la Cuaresma nos invita a parar al frente del Santísimo y botar todas nuestras iniquidades, dejar allí todo lo sucio, lo impuro para salir del Templo rejuvenecidos con el poder del Espíritu Santo.
Claro que si podemos, hay que pedirle a Dios fortaleza, voluntad y continuación para transformarnos en hombres nuevos. Hay que dejarnos llevar por esas manos fuertes de Jesús, Él no nos va a llevar por lugares obscuros, todo lo contrario quiere que a través de nuestros problemas encontremos profundamente a Dios. Lo hermoso en la historia de la salvación de los que han encontrado a Dios, es que es Dios mismo que se presenta, es él que sale al encuentro.
Los discípulos de Emaús iban desconsolados, fracasados. Un caminante especial se les metió en medio y comenzó a librarlos de sus dudas de fe y de su frustración. Cuando se dieron cuenta habían estado hablando con Jesús resucitado, con Dios. Dios mismo es el que sale en el camino y el que se nos presenta. Al pueblo de Israel, el Señor le dijo: “yo soy el que te sacó de Egipto… yo soy el que te llevó por el desierto, y no te faltó nada”.
Dios se presenta exponiendo algo muy concreto que nos une a Él. Él es el primero que ama; el primero que se presenta. Jesús resaltó el amor de Dios cuando dijo: “tanto amó Dios al mundo que envió a su hijo único para que todo el que crea en Él, no se condene, sino que tenga vida eterna” (Juan 3, 16). Dios, viene a poner su casa entre nosotros. Viene a meterse en nuestra vida para provocar nuestra salvación. Sólo podremos amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, si antes lo hemos experimentado en nuestra vida; si lo hemos identificado con el Padre de amor que nos ama, no porque seamos buenos o tengamos muchos méritos, sino simplemente, porque somos sus hijos.
Arlington Catholic Herald
26 de marzo de 2009
La Cuaresma como tiempo litúrgico es una gran ocasión para analizar o medir nuestro termómetro de espiritualidad y preguntarnos: ¿Cuánto amamos a Dios? ¿Qué tan grande y sincero es el amor que le tenemos a nuestro Señor Jesucristo? Amar a Dios no es sólo decir “Señor, Señor.” Hay que caminar y vivir a plenitud con Él muchas extra millas y grandes kilómetros. Millas y caminos llenos de muchos obstáculos, tropiezos, caídas e igualmente felicitaciones, apoyos y el encuentro de nuevas amistades en la familia de Cristo.
Lo más hermoso en la historia de los que han tenido un encuentro personal con Cristo, es que Dios mismo es el que se presenta. Su encuentro es directo y firme. Tantas personas metidas en vicios, como las drogas, el alcohol, el sexo, la pornografía, el crimen, la violencia familiar en todo este remolino del mal han encontrado, que cansados o en el medio de esta turbulencia, la mano de Jesús que compasivamente a venido a rescatarlos, a mostrarles un nuevo camino y a darles una nueva oportunidad de conversión. A eso mismo es lo que la Cuaresma nos invita a parar al frente del Santísimo y botar todas nuestras iniquidades, dejar allí todo lo sucio, lo impuro para salir del Templo rejuvenecidos con el poder del Espíritu Santo.
Claro que si podemos, hay que pedirle a Dios fortaleza, voluntad y continuación para transformarnos en hombres nuevos. Hay que dejarnos llevar por esas manos fuertes de Jesús, Él no nos va a llevar por lugares obscuros, todo lo contrario quiere que a través de nuestros problemas encontremos profundamente a Dios. Lo hermoso en la historia de la salvación de los que han encontrado a Dios, es que es Dios mismo que se presenta, es él que sale al encuentro.
Los discípulos de Emaús iban desconsolados, fracasados. Un caminante especial se les metió en medio y comenzó a librarlos de sus dudas de fe y de su frustración. Cuando se dieron cuenta habían estado hablando con Jesús resucitado, con Dios. Dios mismo es el que sale en el camino y el que se nos presenta. Al pueblo de Israel, el Señor le dijo: “yo soy el que te sacó de Egipto… yo soy el que te llevó por el desierto, y no te faltó nada”.
Dios se presenta exponiendo algo muy concreto que nos une a Él. Él es el primero que ama; el primero que se presenta. Jesús resaltó el amor de Dios cuando dijo: “tanto amó Dios al mundo que envió a su hijo único para que todo el que crea en Él, no se condene, sino que tenga vida eterna” (Juan 3, 16). Dios, viene a poner su casa entre nosotros. Viene a meterse en nuestra vida para provocar nuestra salvación. Sólo podremos amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, si antes lo hemos experimentado en nuestra vida; si lo hemos identificado con el Padre de amor que nos ama, no porque seamos buenos o tengamos muchos méritos, sino simplemente, porque somos sus hijos.
Somos herederos del testamento de Jesús
Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Invito a todos mis lectores a que saquemos copia de esta bella y profunda reflexión y se la mandemos por Internet o por correo a nuestros amigos y familiares; esta ideal para este tiempo de Cuaresma:
Yo, Jesús de Nazaret, viendo próxima mi hora
y estando en posesión de plenas facultades para firmar este documento,
deseo repartir mis bienes entre las personas más cercanas a Mí.
Mas siendo entregado como cordero para salvación de la Humanidad,
creo conveniente repartir entre todos.
Y así les dejo:
Todas las cosas que desde mi nacimiento,
han estado presentes en mi vida
y han marcado de un modo significativo:
La estrella, a los que están desorientados
y necesitan ver claro para seguir adelante,
y a todo aquel que necesite ser guiado y/o servir de guía;
el pesebre, a los que no tienen nada,
ni siquiera un sitio para cobijarse
o un fuego donde calentarse
y poder hablar con un amigo.
Mis sandalias, son sus sandalias,
las de los que deseen emprender un camino.
La palangana donde les he lavado los pies,
a quien quiera servir, a quien desee
ser pequeño ante los hombres,
pues será grande a los ojos de mi Padre.
El plato donde voy a partir el pan:
es para los que vivan en fraternidad,
para los que estén dispuestos a amar,
ante todo y a todos.
El cáliz, lo dejo a quienes están sedientos
de un mundo mejor y una sociedad más justa.
La cruz es para todo aquel
que esté dispuesto a cargar con ella.
Mi túnica a todo aquel que la divida y la reparta.
También quiero dejar como legado,
a la Humanidad entera,
las actitudes que han guiado mi Vida,
actitudes que quiero que guíen también la de ustedes.
Mi palabra y la enseñanza que me confió mi Padre,
a todo el que la escucha y la pone en práctica.
La alegría a todos los que deseen compartirla.
La humildad, es para quien esté dispuesto
a trabajar por la expansión del Reino de los Cielos.
Mi hombro a todo aquel que necesite
un amigo en quien reclinar la cabeza
y al abatido por el cansancio del camino
para que puedan descansar
y recobrar fuerzas para seguir caminando.
Mi perdón es para todos,
para todos los que día tras día,
pecado tras pecado, sepan volver al Padre.
Mi Amor... mi Amor es para todos,
buenos y malos, justos e injustos,
para todos los hombres
sin ningún tipo de distinción.
Eso si, siento especial predilección
por los más débiles.
Todo esto y aún más quisiera dejarles,
pero sobre todo es mi Vida lo que les ofrezco.
Soy Yo mismo quien me quedo con ustedes
para seguir caminando a su lado,
compartiendo sus preocupaciones y problemas,
sus alegrías y gozos.
SI, YO SOY LA VIDA, PERO TÚ PUEDES TRANSMITIRLA
Nada más.
Manténganse unidos y quiéranse de verdad.
Yo los he amado hasta el extremo
y los llevo en mi corazón.
Jesús de Nazareth
Invito a todos mis lectores a que saquemos copia de esta bella y profunda reflexión y se la mandemos por Internet o por correo a nuestros amigos y familiares; esta ideal para este tiempo de Cuaresma:
Yo, Jesús de Nazaret, viendo próxima mi hora
y estando en posesión de plenas facultades para firmar este documento,
deseo repartir mis bienes entre las personas más cercanas a Mí.
Mas siendo entregado como cordero para salvación de la Humanidad,
creo conveniente repartir entre todos.
Y así les dejo:
Todas las cosas que desde mi nacimiento,
han estado presentes en mi vida
y han marcado de un modo significativo:
La estrella, a los que están desorientados
y necesitan ver claro para seguir adelante,
y a todo aquel que necesite ser guiado y/o servir de guía;
el pesebre, a los que no tienen nada,
ni siquiera un sitio para cobijarse
o un fuego donde calentarse
y poder hablar con un amigo.
Mis sandalias, son sus sandalias,
las de los que deseen emprender un camino.
La palangana donde les he lavado los pies,
a quien quiera servir, a quien desee
ser pequeño ante los hombres,
pues será grande a los ojos de mi Padre.
El plato donde voy a partir el pan:
es para los que vivan en fraternidad,
para los que estén dispuestos a amar,
ante todo y a todos.
El cáliz, lo dejo a quienes están sedientos
de un mundo mejor y una sociedad más justa.
La cruz es para todo aquel
que esté dispuesto a cargar con ella.
Mi túnica a todo aquel que la divida y la reparta.
También quiero dejar como legado,
a la Humanidad entera,
las actitudes que han guiado mi Vida,
actitudes que quiero que guíen también la de ustedes.
Mi palabra y la enseñanza que me confió mi Padre,
a todo el que la escucha y la pone en práctica.
La alegría a todos los que deseen compartirla.
La humildad, es para quien esté dispuesto
a trabajar por la expansión del Reino de los Cielos.
Mi hombro a todo aquel que necesite
un amigo en quien reclinar la cabeza
y al abatido por el cansancio del camino
para que puedan descansar
y recobrar fuerzas para seguir caminando.
Mi perdón es para todos,
para todos los que día tras día,
pecado tras pecado, sepan volver al Padre.
Mi Amor... mi Amor es para todos,
buenos y malos, justos e injustos,
para todos los hombres
sin ningún tipo de distinción.
Eso si, siento especial predilección
por los más débiles.
Todo esto y aún más quisiera dejarles,
pero sobre todo es mi Vida lo que les ofrezco.
Soy Yo mismo quien me quedo con ustedes
para seguir caminando a su lado,
compartiendo sus preocupaciones y problemas,
sus alegrías y gozos.
SI, YO SOY LA VIDA, PERO TÚ PUEDES TRANSMITIRLA
Nada más.
Manténganse unidos y quiéranse de verdad.
Yo los he amado hasta el extremo
y los llevo en mi corazón.
Jesús de Nazareth
miércoles, marzo 25, 2009
Padre Chucho de Colombia en Washington
Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
27 de marzo de 2009
Si, así como usted lo lee es cierto el Padre Jesús Hernán Orjuela conocido internacionalmente como el Padre Chucho nos visita desde Colombia este fin de semana el sábado 28 y domingo 29. Desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde se presentará este cantautor y presentador del conocido programa “Cura para el alma” de la cadena internacional de TV RCN.
El Padre Chucho además de ser un gran intérprete de la canción cristiana con ritmos acompañados de merengue, cumbia y vallenatos se destaca por ser un gran predicador carismático y un gran líder en el ministerio de sanación. Cuando por primera vez mencionamos que tendríamos al Padre Chucho en el área muchos centroamericanos se sorprendieron del nombre, pues por ejemplo, en El Salvador a nuestros amigos fieles los perros les llaman “Chucho”. Pero en este caso es un joven y simpático sacerdote que con gran alegría y gozo lleva el Evangelio de esperanza y optimismo a todos los asistentes.
En sus programas televisivos siempre el Padre Chucho aconseja que hay que vivir cada día a plenitud, aprovechar al máximo cada minuto, cada hora, vivir cada época de tu vida. Aprovéchalos con fe, con esperanza y con amor. Así podrás mirar el futuro con confianza, ve el pasado sin tristeza. El fervor y la devoción con las que celebra de manera especial la Santa Eucaristía conmueven, contagian y entusiasman a las multitudes en todos los países que asisten a sus celebraciones religiosas y musicales.
Con ocasión de celebrarse el V Encuentro Católico en el D.C. Armory este sábado y domingo, vale la pena asistir en familia no solo para gozarse al Padre Chucho sino también para disfrutar del nicaragüense cantautor Tony Meléndez que con los dedos de los pies es un virtuoso con la guitarra. Desde República Dominicana nos acompañara el predicador internacional juvenil Félix Pimentel y la banda musical de Los Alfareros con sus temas merengueros y de bachata tan contagiosos como “El Luchador” “Toma Mi Mano” y “Levántate” que son canciones ya conocidas en el medio artístico con ingredientes y mensajes para subir el ánimo y brindar asistencia y esperanza a los deprimidos, tristes y desilusionados de esta vida.
Otro predicador internacional invitado a este gran Encuentro con Cristo es el Rev. Teofilo Rodríguez de origen panameño, fundador de la Fraternidad de la Divina Misericordia de los Corazones de Jesús y María. Igualmente conocido por sus fundaciones caritativas a favor de los más pobres. Dentro de los grupos de danzas nos deleitaran el ministerio juvenil de Danzas Shekinah, la Banda Encuentro. Los maestros de ceremonia serán el salvadoreño Padre Alex Díaz y este servidor Padre José Eugenio Hoyos. Este multitudinario evento esta abierto para católicos y hermanos(as) de otras creencias. Todos son bienvenidos y pueden conseguir sus boletos en las entrada del D.C. Armory en Washington D.C. ¡Los esperamos!
Washington Hispanic
27 de marzo de 2009
Si, así como usted lo lee es cierto el Padre Jesús Hernán Orjuela conocido internacionalmente como el Padre Chucho nos visita desde Colombia este fin de semana el sábado 28 y domingo 29. Desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde se presentará este cantautor y presentador del conocido programa “Cura para el alma” de la cadena internacional de TV RCN.
El Padre Chucho además de ser un gran intérprete de la canción cristiana con ritmos acompañados de merengue, cumbia y vallenatos se destaca por ser un gran predicador carismático y un gran líder en el ministerio de sanación. Cuando por primera vez mencionamos que tendríamos al Padre Chucho en el área muchos centroamericanos se sorprendieron del nombre, pues por ejemplo, en El Salvador a nuestros amigos fieles los perros les llaman “Chucho”. Pero en este caso es un joven y simpático sacerdote que con gran alegría y gozo lleva el Evangelio de esperanza y optimismo a todos los asistentes.
En sus programas televisivos siempre el Padre Chucho aconseja que hay que vivir cada día a plenitud, aprovechar al máximo cada minuto, cada hora, vivir cada época de tu vida. Aprovéchalos con fe, con esperanza y con amor. Así podrás mirar el futuro con confianza, ve el pasado sin tristeza. El fervor y la devoción con las que celebra de manera especial la Santa Eucaristía conmueven, contagian y entusiasman a las multitudes en todos los países que asisten a sus celebraciones religiosas y musicales.
Con ocasión de celebrarse el V Encuentro Católico en el D.C. Armory este sábado y domingo, vale la pena asistir en familia no solo para gozarse al Padre Chucho sino también para disfrutar del nicaragüense cantautor Tony Meléndez que con los dedos de los pies es un virtuoso con la guitarra. Desde República Dominicana nos acompañara el predicador internacional juvenil Félix Pimentel y la banda musical de Los Alfareros con sus temas merengueros y de bachata tan contagiosos como “El Luchador” “Toma Mi Mano” y “Levántate” que son canciones ya conocidas en el medio artístico con ingredientes y mensajes para subir el ánimo y brindar asistencia y esperanza a los deprimidos, tristes y desilusionados de esta vida.
Otro predicador internacional invitado a este gran Encuentro con Cristo es el Rev. Teofilo Rodríguez de origen panameño, fundador de la Fraternidad de la Divina Misericordia de los Corazones de Jesús y María. Igualmente conocido por sus fundaciones caritativas a favor de los más pobres. Dentro de los grupos de danzas nos deleitaran el ministerio juvenil de Danzas Shekinah, la Banda Encuentro. Los maestros de ceremonia serán el salvadoreño Padre Alex Díaz y este servidor Padre José Eugenio Hoyos. Este multitudinario evento esta abierto para católicos y hermanos(as) de otras creencias. Todos son bienvenidos y pueden conseguir sus boletos en las entrada del D.C. Armory en Washington D.C. ¡Los esperamos!
IV Encuentro Católico: Padre Chucho y Padre Hoyos - 1:
IV Encuentro Católico: Padre Chucho y Padre Hoyos - 2:
martes, marzo 24, 2009
Gemelos, mellizos y clones humanos
Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Toda una vida los gemelos, mellizos o trillizos me han impresionando mucho. Tal vez por que dentro de mí familia he tenido la experiencia de compartir y vivir con ellos y sobre todo disfrutarlos. Cada vez que los veo siempre saco la misma conclusión; se parecen mucho físicamente pero al irse desarrollando presentan grandes diferencias. Los gemelos, mellizos o trillizos no son clones humanos, son seres extraordinarios que implican un cambio de actitud en la familia que los recibe.
Es increíble como el numero de los nacimientos de gemelos, trillizos y partos múltiples esta aumentando cada vez más en nuestra sociedad actual. A diferencia de los gemelos, que son idénticos ya que comparten la misma carga genética, los mellizos pueden ser muy distintos entre si. Estos bebés no tendrían por que tener el mismo color de cabello, ojos, piel, grupo sanguíneo o huellas dactilares similares.
Hace varios meses en la ciudad francesa de Pleucadeuc al oeste de Francia, los gemelos de todo el mundo se reunieron para celebrar el día de la vida en el gran encuentro conocido como “Dos y más”. El encuentro acogió “al menos tantos mellizos, trillizos y cuatrillizos que los años anteriores.” Se reunieron cerca de 1.900 mellizos, 9.000 padres, amigos y visitantes.
A pesar de que los gemelos o trillizos viven juntos y vienen juntos al mundo, aunque separados por algunos minutos, cuando mueren se van separados e individualmente. Nacemos como individuos, en un conglomerado somos incluidos y morimos individualmente. El matrimonio comienza con el amor de un hombre y una mujer, se planifica con la llegada de los(as) hijos(as), experimenta el golpe de la salida de los hijos(as), resucita la vida con la llegada de nietos(as), con el solo hecho de permitir la vida a sus hijos no importa cuanto sean, de educarlos a partir de la convicción es que desarrollan una misión humana y divina, ya los padres desarrollan su ser y su vida con contenido cristiano, y más cuando poseen el conocimiento y la certeza de que sus hijos no siempre responderán fielmente a sus expectativas, ni mucho menos reconocerán y valoraran en su justa dimensión; su amor y su entrega.
Continuamente oímos decir que criar y educar a los gemelos, trillizos o cuatrillizos es muy difícil y es un gran sacrificio que vale la pena. Pues si hay hijos mayores o tíos o abuelos se convierten en los segundos padres para estas bellas creaturas. Mas el amor ha de conjugarse con la firmeza, con la comprensión, con la condescendencia, con la conciencia propia de los papas, los cuales han de amar con todo corazón a estos bellos hijos que no son clonados sino que el amor de Dios se ha duplicado o triplicado en el vientre de una madre. En realidad he tenido la oportunidad de tener gemelos en mis brazos y se siente una gran sensación y alegría paternal.
Fotos: Padre Hoyos con unos mellizos y trillizos; el encuentro “Dos y Más”
Toda una vida los gemelos, mellizos o trillizos me han impresionando mucho. Tal vez por que dentro de mí familia he tenido la experiencia de compartir y vivir con ellos y sobre todo disfrutarlos. Cada vez que los veo siempre saco la misma conclusión; se parecen mucho físicamente pero al irse desarrollando presentan grandes diferencias. Los gemelos, mellizos o trillizos no son clones humanos, son seres extraordinarios que implican un cambio de actitud en la familia que los recibe.
Es increíble como el numero de los nacimientos de gemelos, trillizos y partos múltiples esta aumentando cada vez más en nuestra sociedad actual. A diferencia de los gemelos, que son idénticos ya que comparten la misma carga genética, los mellizos pueden ser muy distintos entre si. Estos bebés no tendrían por que tener el mismo color de cabello, ojos, piel, grupo sanguíneo o huellas dactilares similares.
Hace varios meses en la ciudad francesa de Pleucadeuc al oeste de Francia, los gemelos de todo el mundo se reunieron para celebrar el día de la vida en el gran encuentro conocido como “Dos y más”. El encuentro acogió “al menos tantos mellizos, trillizos y cuatrillizos que los años anteriores.” Se reunieron cerca de 1.900 mellizos, 9.000 padres, amigos y visitantes.
A pesar de que los gemelos o trillizos viven juntos y vienen juntos al mundo, aunque separados por algunos minutos, cuando mueren se van separados e individualmente. Nacemos como individuos, en un conglomerado somos incluidos y morimos individualmente. El matrimonio comienza con el amor de un hombre y una mujer, se planifica con la llegada de los(as) hijos(as), experimenta el golpe de la salida de los hijos(as), resucita la vida con la llegada de nietos(as), con el solo hecho de permitir la vida a sus hijos no importa cuanto sean, de educarlos a partir de la convicción es que desarrollan una misión humana y divina, ya los padres desarrollan su ser y su vida con contenido cristiano, y más cuando poseen el conocimiento y la certeza de que sus hijos no siempre responderán fielmente a sus expectativas, ni mucho menos reconocerán y valoraran en su justa dimensión; su amor y su entrega.
Continuamente oímos decir que criar y educar a los gemelos, trillizos o cuatrillizos es muy difícil y es un gran sacrificio que vale la pena. Pues si hay hijos mayores o tíos o abuelos se convierten en los segundos padres para estas bellas creaturas. Mas el amor ha de conjugarse con la firmeza, con la comprensión, con la condescendencia, con la conciencia propia de los papas, los cuales han de amar con todo corazón a estos bellos hijos que no son clonados sino que el amor de Dios se ha duplicado o triplicado en el vientre de una madre. En realidad he tenido la oportunidad de tener gemelos en mis brazos y se siente una gran sensación y alegría paternal.
Fotos: Padre Hoyos con unos mellizos y trillizos; el encuentro “Dos y Más”
lunes, marzo 23, 2009
Monseñor Romero: ¿valió la pena asesinarte y martirizarte?
Por el Rev. José Eugenio Hoyos
En estos días toda Hispanoamérica y los inmigrantes en el mundo entero nos ponemos de pie acompañando a este gran Mártir y futuro Santo de nuestra Iglesia Católica: Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Siempre se mantuvo de pie ante los acontecimientos sociales, pastorales y de injusticia social que aquejaban al pueblo salvadoreño y que siguen tristemente latentes en la sociedad actual. De pie, con firmeza y con una estruendosa capacidad de liderazgo cristiano.
El Arzobispo de San Salvador Oscar Arnulfo Romero salió de la comodidad del Arzobispado y de la protocolares poses que a veces existen en el desempeño del poder eclesiástico y decidió correr por entere las venas de los tormentos de su pueblo, hasta el colmo de derramar su sangre para dejar el gran mensaje, al estilo de Cristo: “a mi me pueden matar ya, pero la voz de la justicia nadie la puede callar”.
La vida espiritual de Monseñor Romero es algo digno de imitar. Su vida de oración se alimentaba de la espiritualidad y del ejemplo de los tres grandes modelos de vida espiritual que asumió para su vida sacerdotal: San Juan de la Cruz, San Agustín y Santa Teresa de Ávila. El ideal sacerdotal de Monseñor Romero estaba estrechamente ligado al sacrificio de Jesús en la Cruz. Ser sacerdote era para él morir un poco cada día, hasta entregar toda su vida en aras de la muerte redentora de Jesús. Un morir que le permitiera, como a Jesús, ser todo en todos. Un morir en la Eucaristía, ser eternamente un derrotado en aras del amor, para ser eternamente un resucitado.
El rezo del Santo Rosario era una práctica que Monseñor Romero había aprendido en el regazo materno y conservado desde su tierna infancia. En diciembre de 1940 el dijo: “Todo sacrificio supone un homenaje de adoración, un reconocimiento de nuestra miseria en el confronte con el ser infinito”. Hubo en la vida de Monseñor Romero un sentimiento del que nunca se pudo deshacer, y fue el de sentirse pobre, mezquino y pecador.
Dentro de la opción por los pobres y los oprimidos me llamó mucho la atención de este trabajo tan particular y lleno de tanta emoción, sin embargo, Monseñor Romero sabía muy bien que el reino de Dios desborda lo propiamente cristiano y que fuera del cristianismo también se encuentra el soplo del Espíritu Santo. ¿Cómo hacer para que un cambio revolucionario que nace de motivaciones cristianas se lleve a cabo sin que la Iglesia desatienda y deje solos a aquellos a quienes ella misma motivo hacia esos cambios? Desafortunadamente en algunos sacerdotes, movimientos sociales o revolucionarios de ultra izquierda se ha utilizado la imagen de Monseñor Romero de una forma distorsionada. En realidad Romero será para un furtar un gran Santo a imitar. ¿Valió la pena el martirio y sacrificio de Monseñor Romero?
Tu eres heredero de las promesas de Dios
Rev. José Eugenio Hoyos
"Y si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios y coherederos con Cristo” (Romanos 8,17)
Esta es la frase bíblica imponente y que invita a que todos seamos participes y herederos de una vida eterna, palabras que están escritas en Tu Eres Heredero de Las Promesas de Dios, el reciente libro publicado por el joven Salvadoreño Venicio Cruz, miembro activo del grupo de oración juvenil Nueva Esperanza de la Iglesia de San Antonio de Padua en Falls Church, VA, y activo en el ministerio de la Renovación Carismática de la Diócesis de Arlington.
Hace cuatro años cuando mi Obispo me nombró como director del Apostolado Hispano de la Diócesis una de mis metas que me propuse fue apoyar a los nuevos editores, escritores, cantantes, grupos musicales que hablaron y alabaron a nuestro Señor Jesús Cristo, a María Santísima y que enaltecieron la Iglesia Católica.
Recientemente en el Apostolado Hispano hicimos el lanzamiento del primer libro Católico de Venicio Cruz, un joven Salvadoreño de una familia humilde de 10 hijos de las cuales 2 de sus hermanos están en el seminario en camino a la ordenación sacerdotal.
Nos cuenta Venicio que su experiencia de inmigrante en los Estados Unidos resultó en una vida sumergida en la angustia, la soledad y la tristeza. A consecuencia de este vacio, Venicio se sumergió en el alcohol, las drogas y el peligroso mundo de las pandillas. El vivio lo recluyo a un callejón sin salida. Al sentir que su vida estaba presa y sin esperanza intentó suicidarse. En el 2002, Venicio llegó a vivir el momento más importante de su vida, cuando fue alcanzado y liberado por la gracia y misericordia de Dios, al participar en un seminario de “Vida en el Espíritu Santo” en el 2004. Cristo Jesús a través del poder del Espíritu Santo le dio la sabiduría y la inteligencia para que se inspirara a compartir algunas de las 30,000 promesas que se encuentran en las sagradas escrituras que han sido dadas como respuesta agradable y fortificante ante las tragedias y los momentos difíciles de la vida: El objetivo de este libro según Venicio es que otros puedan también tocar la perla preciosa que él encontró, y que ha ido transformando, sanando y liberando su vida.
Cuando Venicio fue a mí oficina a presentarme este trabajo maravilloso rico en citas bíblicas de sanación y esperanza no dude en apoyarle y pedir al Espíritu Santo que lo iluminara para que sacara adelante esta obra que es de Dios. Recuerda que la palabra de Dios es viva y eficaz, y que en ella encontrarás el mensaje adecuado y poderoso para tu vida. Agárrate firmemente de su palabra; confía en Él y no olvides que sus promesas te pertenecen. La escritura dice: “Depositen en Él todas sus preocupaciones, pues Él cuidara de ustedes” 1 Pedro 5,7. “Pero los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas; podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse” Isaías 40,31.
"Y si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios y coherederos con Cristo” (Romanos 8,17)
Esta es la frase bíblica imponente y que invita a que todos seamos participes y herederos de una vida eterna, palabras que están escritas en Tu Eres Heredero de Las Promesas de Dios, el reciente libro publicado por el joven Salvadoreño Venicio Cruz, miembro activo del grupo de oración juvenil Nueva Esperanza de la Iglesia de San Antonio de Padua en Falls Church, VA, y activo en el ministerio de la Renovación Carismática de la Diócesis de Arlington.
Hace cuatro años cuando mi Obispo me nombró como director del Apostolado Hispano de la Diócesis una de mis metas que me propuse fue apoyar a los nuevos editores, escritores, cantantes, grupos musicales que hablaron y alabaron a nuestro Señor Jesús Cristo, a María Santísima y que enaltecieron la Iglesia Católica.
Recientemente en el Apostolado Hispano hicimos el lanzamiento del primer libro Católico de Venicio Cruz, un joven Salvadoreño de una familia humilde de 10 hijos de las cuales 2 de sus hermanos están en el seminario en camino a la ordenación sacerdotal.
Nos cuenta Venicio que su experiencia de inmigrante en los Estados Unidos resultó en una vida sumergida en la angustia, la soledad y la tristeza. A consecuencia de este vacio, Venicio se sumergió en el alcohol, las drogas y el peligroso mundo de las pandillas. El vivio lo recluyo a un callejón sin salida. Al sentir que su vida estaba presa y sin esperanza intentó suicidarse. En el 2002, Venicio llegó a vivir el momento más importante de su vida, cuando fue alcanzado y liberado por la gracia y misericordia de Dios, al participar en un seminario de “Vida en el Espíritu Santo” en el 2004. Cristo Jesús a través del poder del Espíritu Santo le dio la sabiduría y la inteligencia para que se inspirara a compartir algunas de las 30,000 promesas que se encuentran en las sagradas escrituras que han sido dadas como respuesta agradable y fortificante ante las tragedias y los momentos difíciles de la vida: El objetivo de este libro según Venicio es que otros puedan también tocar la perla preciosa que él encontró, y que ha ido transformando, sanando y liberando su vida.
Cuando Venicio fue a mí oficina a presentarme este trabajo maravilloso rico en citas bíblicas de sanación y esperanza no dude en apoyarle y pedir al Espíritu Santo que lo iluminara para que sacara adelante esta obra que es de Dios. Recuerda que la palabra de Dios es viva y eficaz, y que en ella encontrarás el mensaje adecuado y poderoso para tu vida. Agárrate firmemente de su palabra; confía en Él y no olvides que sus promesas te pertenecen. La escritura dice: “Depositen en Él todas sus preocupaciones, pues Él cuidara de ustedes” 1 Pedro 5,7. “Pero los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas; podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse” Isaías 40,31.
Cambiemos nuestras actitudes de oración
Rev. José Eugenio Hoyos
Boletín Interparroquial
22 de marzo de 2009
Nuestro Señor Jesucristo de muchas formas nos enseño a orar, con su ejemplo, su humildad, su compasión y sus milagros. Cada actuar y hablar de Jesús se convertía en una oración. En esta semana de Cuaresma démosle importancia a la oración pero una oración que verdaderamente agrada a Dios. Reflexionemos en San Mateo 6,5-8: “Cuando ustedes recen, no imiten a los que dan espectáculo; les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente les vea. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio. Pero tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará. Cuando pidan a Dios, no imiten a los paganos con sus letanías interminables: ellos creen que un bombardeo de palabras hará que se los oiga. No hagan como ellos, pues antes de que ustedes pidan, su Padre ya sabe lo que necesitan.”
“Conviene orar en todo momento y no desfallecer.” (Lucas 18,1) Si Dios es para nosotros vida, no debe extrañarnos que nuestra existencia de cristianos haya que estar entretejida en oración. Pero no pensemos que la oración es un acto que se cumple y luego se abandona. Por la mañana pienso en ti; y por la tarde, se dirige hacia ti mi oración como el incienso. Toda la jornada puede ser tiempo de oración; de la noche a la mañana y de la mañana a la noche. Más aún: como nos recuerdan las Santa Escrituras, también el sueño debe ser oración.
En lugar de pedir cosas implora la sabiduría del Espíritu Santo para discernir el bien del mal. “En los asuntos de importancia eleva el corazón a Dios antes de decidir,” decía San Juan Bosco. No ores para que Dios cambie y haga lo que quieras; ora para cambiar tú y hacer lo que quiere Dios. Siempre harás lo más conveniente si oras para que el Ser Supremo guíe tus pensamientos, palabras y acciones. Santa Teresa de Jesús decía que “el anhelo de todo el que ora debe ser la unión de voluntades: hacer mi voluntad una con la de Dios.”
Pon tu vida en este tiempo de Cuaresma en las manos del Padre Dios y deja que Él sea el buen pastor que te conduce hacia fuentes tranquilas. Repite a diario: “Guíame, Señor, con tu sabiduría, ilumíname con tu luz, fortaléceme con tu poder, aquí estoy, Señor Jesús, para hacer tu voluntad.” La oración bien hecha nos hace crecer en disponibilidad sin el peso del orgullo. La buena oración nos hace cada día más sencillos y amorosos.
Boletín Interparroquial
22 de marzo de 2009
Nuestro Señor Jesucristo de muchas formas nos enseño a orar, con su ejemplo, su humildad, su compasión y sus milagros. Cada actuar y hablar de Jesús se convertía en una oración. En esta semana de Cuaresma démosle importancia a la oración pero una oración que verdaderamente agrada a Dios. Reflexionemos en San Mateo 6,5-8: “Cuando ustedes recen, no imiten a los que dan espectáculo; les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente les vea. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio. Pero tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará. Cuando pidan a Dios, no imiten a los paganos con sus letanías interminables: ellos creen que un bombardeo de palabras hará que se los oiga. No hagan como ellos, pues antes de que ustedes pidan, su Padre ya sabe lo que necesitan.”
“Conviene orar en todo momento y no desfallecer.” (Lucas 18,1) Si Dios es para nosotros vida, no debe extrañarnos que nuestra existencia de cristianos haya que estar entretejida en oración. Pero no pensemos que la oración es un acto que se cumple y luego se abandona. Por la mañana pienso en ti; y por la tarde, se dirige hacia ti mi oración como el incienso. Toda la jornada puede ser tiempo de oración; de la noche a la mañana y de la mañana a la noche. Más aún: como nos recuerdan las Santa Escrituras, también el sueño debe ser oración.
En lugar de pedir cosas implora la sabiduría del Espíritu Santo para discernir el bien del mal. “En los asuntos de importancia eleva el corazón a Dios antes de decidir,” decía San Juan Bosco. No ores para que Dios cambie y haga lo que quieras; ora para cambiar tú y hacer lo que quiere Dios. Siempre harás lo más conveniente si oras para que el Ser Supremo guíe tus pensamientos, palabras y acciones. Santa Teresa de Jesús decía que “el anhelo de todo el que ora debe ser la unión de voluntades: hacer mi voluntad una con la de Dios.”
Pon tu vida en este tiempo de Cuaresma en las manos del Padre Dios y deja que Él sea el buen pastor que te conduce hacia fuentes tranquilas. Repite a diario: “Guíame, Señor, con tu sabiduría, ilumíname con tu luz, fortaléceme con tu poder, aquí estoy, Señor Jesús, para hacer tu voluntad.” La oración bien hecha nos hace crecer en disponibilidad sin el peso del orgullo. La buena oración nos hace cada día más sencillos y amorosos.
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