viernes, junio 01, 2012

Estas señales acompañaran a los que creen.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.
Hablando del Cristiano débil, del Católico desarmado, del Católico debilitado y frágil.
De la mano con Cristo y en continua Oración podemos vencer al enemigo, vencer la fuerza del demonio….El diablo nos rodea como un león furioso y en cualquier instante o descuido nos puede atrapar.
Vamos a recordar la lucha que Jesús tuvo que tener en contra del demonio y lo que nos narran las Sagradas Escrituras: En Lucas 10: 17-19 se nos dice: “volvieron los setenta con gozo, diciendo señor aun los demonios se sujetan en tu nombre. Y les dijo ya veía a satanás caer del cielo como un rayo.
He aquí os doy la potestad de hallar serpientes y escorpiones y sobre toda fuerza el enemigo y nada os dañara. No podemos negar que después que Jesús fue Bautizado en El Jordán, después que fue llenado con El Espíritu Santo, fue al desierto y ayunó 40 días y 40 noches, el primero que desafió a Jesús fue el demonio.
Cuando Jesús predico el Evangelio en Galilea echo fuera demonios públicamente en La Sinagoga. San Lucas en el capitulo 4 Versos 33 al 35 nos dice: estaba en La Sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz diciendo: ¡déjanos! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quien eres, el Santo de Dios. Y Jesús le reprendió diciendo: cállate y sal de él. Entonces el demonio derribándole en medio de ellos salió de él, y no le hizo daño alguno. “Jesús les dijo a sus discípulos que debían echar fuera demonios cuando predicaran el Evangelio. En la última cena antes de ascender  al Cielo después de su resurrección en sus últimas ordenanzas Jesús pidió y ordeno echar fuera demonios cuando predicaran el Evangelio. ¿El diablo y los demonios son archienemigos de los Carismáticos, de los Marianos, de los adoradores de la Santa Eucaristía, de los que creen en la sangre y en las llagas de Cristo. Por eso en este momento querido hermano y hermana antes de proclamar que Cristo tiene poder Sanador y que para lo que el hombre es imposible al curar una enfermedad, para Dios todo es posible antes de pedir señales de Sanación , saquemos afuera las señales negativas que nos apartan de Dios y enferman cada vez mas el Alma..
El demonio a través de actitudes negativas nos hace estar enfermos.
¡El arma del demonio es el pecado del pueblo!

miércoles, mayo 30, 2012

Recibimos El Espíritu Santo a 29 grados centígrados.

Por Fidel Hurtado Zapata

Sudor, ventiladores, abanicos y los programas de Pentecostés sirvieron para ayudar a ventilar el fuerte calor que se sentía este fin de semana en el gran retiro de Pentecostés que se celebró en la escuela Católica Bishop Denis O’connell en Arlington Virginia.
El gran tema de este importante congreso titulado “El tiempo de los milagros no ha terminado” fue dado con gran Espiritualidad por el Padre Martin Avalos, que en cada reflexión iba explicando algunos de los milagros realizados por Cristo y a través de cada enseñanza nos daba pautas de aplicarlas en nuestra propia vida y actualidad como gran ayuda para nuestro crecimiento Espiritual.
El maestro de ceremonia en esta oportunidad fue el Padre José Eugenio Hoyos Director de La Renovación Católica Carismática de La Diócesis de Arlington, El padre Hoyos tiene como lema: “ Bendecidos , Encendidos, Sanados y en Victoria” y realmente se le cumplieron sus palabras porque con la multitud presente que oraba y alababa, encendieron el lugar y parecía que el fuego del primer Pentecostés estaba derramándose sobre la cantidad de familias que no les importaba el calor de las altas temperaturas que se sentía dentro y fuera del auditorio. Se vivía un verdadero Pentecostés cada vez que el Ministerio Dei Verbum de El Salvador empezaba a cantar, el pueblo se encendía con mucha mas fuerza. Fue una gran oportunidad para renovar nuestros Carismas obtenidos desde nuestro Bautismo.
El Consejo Diocesano de La Renovación Católica Carismática con su legión de voluntarios realizó un trabajo impecable y maravilloso.
Se vivió una verdadera fiesta de Pentecostés y un refuerzo a la hermandad centrada en El Espíritu Santo. Como nos dice Santiago 5,13: “Ese saludo de paz, esos brazos de hermandad y la acogida fraternal son los signos visibles que acompañados con la música y el canto son la verdadera fiesta para Jesús” porque en realidad estuvimos Bendecidos, Encendidos, Sanados y en Victoria.