viernes, mayo 22, 2009

Me declaro sacerdote ecológico Católico

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Acabamos de celebrar el Día Mundial de la Tierra y mucha gente de nuevo ignoró el llamado de ser cuidadosos con nuestro medio ambiente y ser más sensibles con la ecología. La semana pasada daba una charla sobre el medio ambiente y uno de los asistentes al final me dijo: “Usted es un sacerdote ecológico Católico y carismático”. Y sí es cierto pues si el mundo lo creó Dios debemos ser responsables de cuidarlo y protegerlo. Desde el Génesis hasta nuestros días Dios se ha manifestado en la naturaleza a los hombres por amor.


Había un gorrión minúsculo que cuando retumbaba el trueno de la tormenta, se tumbaba en el suelo y levantaba las patitas hacia el cielo. “¿Por qué haces eso?,” preguntó un zorro. “Para proteger a la tierra que contiene muchos seres vivos,” contestó el gorrión. Si por desgracia, el cielo cayese de repente, ¿te das cuenta de lo que ocurriría? Por eso levanto mis patitas para sostenerlo.” “¿Con tus frágiles patitas quieres sostener el inmenso cielo?,” preguntó el zorro. “Aquí abajo cada uno tiene su cielo,” dijo el gorrión. “Vete… tu no lo puedes comprender.”

La tierra hoy más que nunca necesita ser auxiliada con la preocupación y al estilo del gorrión, pues la misma está siendo brutalmente golpeada. Por la quema y tala indiscriminada de árboles. Por el uso inmisericorde de aerosoles y pesticidas que hieren continuamente la capa de ozono. Por al inconsciencia en el exterminio de especies, animales y vegetales, muchas incluso en extinción. Pro la agresividad consumista de los seres humanos y su consecuente cúmulo de desperdicios. Por la contaminación ambiental del aire, de los ríos, del medio urbano y de la propia intimidad personal con los ruidos acelerados y otros. Debemos crear una cultura ecológica a los gobiernos y a la sociedad en general que nuestra madre naturaleza es la mayor fuente de contemplación y conocimiento de Dios, así como la fuente inagotable de vida para aquellos que son la plenitud de la creación de Dios: los seres humanos.

jueves, mayo 21, 2009

Hoy es tiempo de pensar en los más pobres

Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
29 de mayo de 2009

Estamos invadidos de tanta publicidad consumista que por esa razón pareciera que tuviéramos nuestra sensibilidad social petrificada o insensible. Hay que darle gracias a Dios por todo lo que tenemos tanto espiritual con material. Pero aquí lo más importante si queremos encontrar rayos de felicidad es aprender a compartir y no apegarnos a las cosas. Es por esa razón que los invito a todos ustedes mis amigos(as) a que seamos agradecido aunque sea por lo poco que tengamos, a que no codiciemos y pensemos que hay mucha gente necesitada en este mundo.

El padre de una familia con mucho dinero llevó a su hijo a un viaje por el campo, con el firme propósito de que este viera lo pobre que eran las personas del lugar, y para ayudarle a comprender el valor de las cosas y lo afortunado que eran ellos al tener tantas riquezas. Estuvieron por espacio de un día y una noche completos en la granja de una familia campesina muy humilde. Al concluir el viaje, y de regreso a casa, el padre pregunta a su hijo: “¿Qué te pareció el viaje?” “Muy bonito papá!” ¿Viste que tan pobre y necesitada puede ser la gente del campo? “si”, ¿Y que aprendiste? “Vi que nosotros tenemos un perro muy lindo en casa, pero ellos tienen cinco; nosotros tenemos una piscina de 25 metros, tenemos unas lámparas importadas en el patio, y ellos tienen las estrellas; nuestro patio llega hasta el borde de la casa, y el de ellos tiene todo un horizonte; nosotros sacamos la leche del refrigerador; y ellos de la vaca, y es más deliciosa. Especialmente, papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y para convivir en familia, y… hasta oran juntos al atardecer. Tu y mi mamá tienen que trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo y cuando al fin del día estamos todos en cas, cada uno se encierra solo en su cuarto a ver la televisión o en el Internet”. Al terminar el relato, el padre se quedó mudo… y su hijo agregó: “Gracias, papá, por enseñarme lo pobre que somos y lo rico que podríamos llegar a ser!"

miércoles, mayo 20, 2009

Cambiemos la palabra lamentar por la palabra trabajar

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Así como cambian las estaciones del año, el calor de las hojas, en un otoño, las plumas de algunas aves o el tiempo y su clima. Así también nosotros estamos llamados a cambiar, a mejorar de una forma positiva. Al hombre del mundo o carnal se le invita a través del Evangelio y de la palabra de Dios a convertirse en un hombre espiritual. No podemos continuar toda una vida siendo conformistas, hay que aspirar a algo pero algo mejor.


En la mayoría de los casos reaccionamos de la manera equivocada ante las cosas que nos suceden, porque no nos preparamos para poder enfrentarlas. Cada vez que nos toca pasar por la adversidad, es necesario entender que ésta tiene como propósito convertirnos en mejores personas, no en más amargadas personas; todo depende de nuestra actitud.

La diferencia entre un obstáculo y una oportunidad es nuestra actitud hacia el. Usted nunca verá salir el sol si solo se dedica a mirar hacia el oeste; lógicamente porque el sol sale siempre por el este. Cambiemos la palabra “fracasar” por la palabra “trabajar”, caerse por levantarse; cambie la posición de resistir por la de recibir.

En las Sagradas Escrituras la palabra “trabajar” aparece quinientas sesenta y siete veces. Es una palabra que Dios le deja claro al primer hombre de la historia de la Creación, Adán, cuando le explica que con el sudor de su frente comería. Más tarde dirá el apóstol San Pablo: “Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma” (2 Tesalonicenses 3, 10). Para que obtengamos cosas de valores en la vida, es necesario dar el máximo de uno mismo. Dios no quiere que estemos siempre quietos e inactivos, nos creó para movernos y realizar buenas obras. Los mayores logros de la humanidad se obtuvieron cuando se prestaron los mayores desafíos.

Cada cosa dura que le toque pasar, puede ser la antesala de algo grande de lo que usted y otros se van a beneficiar. Si su actitud es depresiva o siempre negativa, piense y observe en lo hermoso que es el mar, el firmamento, las montañas, los niños jugando con la arena, además de ellos divertirse construyen castillos de arenas sembrando sueños y proyectos de esperanza. Adelante, hay mucho que hacer y trabajar por la humanidad. Colabore y sea un voluntario de la Cruz Roja, de los Scouts, de un ancianato, orfanato, de una escuela o de una obra benéfica. No se quede con los brazos cruzados, ¡Hay mucho por hacer!

martes, mayo 19, 2009

Tú puedes ser el mejor regalo del mundo

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Si así como usted lo está leyendo, usted puede ser el mejor regalo para la persona que usted ni siquiera se imagina. Pues hay que reconocer que la verdadera donación no es aquella que haces con envoltura, sino la que realizas con la ternura y el ardor de tu corazón. He tenido la experiencia de constatar de que personas que han estado tristes o deprimidas el abrazo o la sonrisa de un amigo les han ayudado a que la persona se alegre, se anime o se haya recuperado. En otras ocasiones la presencia de una persona en un hospital o en un funeral ha llevado paz y tranquilidad a los dolientes.

La gratitud de quien ha recibido amor y a su vez ama, no coloca limites de los gestos de ternura, y cuando no se cuenta con posibilidades económicas para expresarla, pero se tiene amor y esperanza, entonces se da asentir posiblemente con mayor fuerza. Lo hermoso de ser agradecido está en que no solo satisfaces y reanimas al otro sino que también resultas reconfortando tu ser, en lo cual se cumple aquella máxima del Evangelio de Cristo: “Hay mas alegría en dar que en recibir”.

¿Te has imaginado cuales podrían ser los gestos más admirables y sorpresivos que podrías tener con la personas que verdaderamente amas? Te sugiero algunos:

  • Cuando resucitas una amistad que había sido descuidada.
  • Cuando llamas por teléfono a un ser querido solo para saludarle e interesarte por su persona.
  • Cuando recordando la fecha de cumpleaños sorprendes a tu ser querido con una felicitación especial, con una fiesta de presencia y de abrazos.
  • Cuando en medio de las durezas de la vida llama a tu amigo para contarle un buen chiste y le haces reír a carcajadas.
  • Cuando tienes una novedad en tu hogar y la compartes en enseguida con esa persona querida.
  • Cuando lo que consideras extraordinario para ti lo compartes con las personas que amas.
La clave está en darlo todo por la persona amada, en la seguridad de que lo que das es a larga una siembra que te devolverá exquisitos frutos para poder seguir compartiendo cada vez más. Porque el valor de un regalo está en el amor que depositas en su contenido, el cual convierte en reluciente su envoltura. Si fuiste creado(a) por el amor de Dios, eres el mejor regalo del mundo.

lunes, mayo 18, 2009

Miseria o riqueza espiritual en Tierra Santa

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Todos los cristianos en el mundo estuvimos pendientes de la visita que realizó nuestro pontífice Benedicto XVI a Tierra Santa. Los medios de comunicación volcaron sus ojos de paparazzi hacia este importante evento mundial, pues no era una peregrinación cualquiera, todo lo contrario era el enfrentarse a múltiples situaciones políticas y religiosas de actualidad, tano con el Judaísmo como con el Islam.

Los avances en el proceso de beatificación de Pío XII, la restauración de la Misa Tridentina – con sus controvertidas alusiones al pueblo Judío en la liturgia del Viernes Santo y el levantamiento de las excomunicaciones a sacerdotes Lafebvristas, entre los cuales se hallaba el Obispo Richard Williamson, ocasionaron asperezas no menores entre el sumo pontífice y el pueblo Judío. El famoso discurso en la Universidad de Ratisbona del 13 de septiembre de 2006 había provocado el enojo entre los fieles del Islam.

A pesar de estas controversias, el Papa visitaba una región sumida en un dramático conflicto en la que la sensibilidad superlativa, se escrutaba cada una de sus expresiones. La miseria espiritual caracteriza el presente de la realidad humana. No es que se haya perdido la fe en Dios, sino que se perdió la fe en la posibilidad de acercarse con sinceridad a Él. Entre la frivolidad y la supercialidad de los que viven en la abundancia, el acuciante dolor de los desposeídos y el culto hedonístico, pareciera no quedar lugar para percibir la voz de Dios, que según el relato bíblico, suele ser cual tenue silencio.

Hubo audacia espiritual en la peregrinación del Papa a Israel, ese fue un gesto que el pueblo Judío aprecio. Pero sus frutos dependerán de las decisiones y acciones que el líder máximo de la Iglesia realice en el futuro. Con la presencia de Benedicto XVI al igual que todos los que peregrinan a Sión. Que la luz percibida en Sión pueda iluminar sus futuras acciones a Roma.

Foto: El Papa dejó su petición en el Muro de los Lamentos en Jerusalén.

Es tiempo de tomarnos las manos y juntos caminar hacia un futuro esperanzador

Rev. José Eugenio Hoyos

Cuando nos llegan las epidemias, todos nos aislamos porque nos da miedo contaminarnos y enfermarnos. Uno de estos ejemplos ha sido la epidemia porcina o la gripe conocida como H1N1 que ha puesto en alerta al mundo entero. Era impresionante ver las multitudes en las calles, los parques o en los centros comerciales donde la gente tenia tapada sus bocas con máscaras para no contagiarse del virus. Hasta en las iglesias las monjas y los sacerdotes no se pudieron escapar de esta forma de prevención.

Desafortunadamente ésta fue otra excusa para aislarnos de los demás. Pero ya ha llegado el tiempo de mirar hacia delante, es tiempo de romper con las barreras del miedo a contagiarse. Es tiempo de soltar el dolor y las frustraciones. Es tiempo de soltar las iras y las amarguras del pasado. Es tiempo de soltar los complejos y los sentimientos del fracaso que hemos arrastrado por tanto tiempo. Vienen tiempos nuevos, tiempos de ascensos, tiempos de incrementos económicos, tiempos de plenitud familiar, tiempos de ver milagros de sanidad y de prosperidad en nuestras vidas.

Pero este tiempo tiene que ser superado. Ahora viene el tiempo de ver el poder sobrenatural de Dios, moviéndose a nuestro alrededor. Viene el tiempo de los milagros y del favor de Dios. No se esconda ni se tape por más tiempo de lo que ha debido enfrentar hace mucho tiempo, no esconda ni niegue lo que han sido sus debilidades. Por el contrario, enfréntelas y libérese de ellas de una vez y para siempre. No les tenga miedo, Dios le va a ayudar. Por cada cosa que perdió en el pasado, Dios le va a devolver el doble. Por cada minuto de dolor que vivió, Dios le va a dar semanas enteras de alegría. Por cada oportunidad que perdió, Dios le retornara el doble en bendición. Por cada día de sufrimiento en una cama o en postración emocional, Dios le restaurará con años de sanidad, gloria y júbilo. Lo mejor está a punto de llegar, si usted quiere combatir las enfermedades y infecciones, tome todos los días vitamina C, pues lo que quiero decir es la vitamina C de Cristo. Bendiciones !!!