Washington, abril 15, 2008.- Cientos de fieles cantaron hoy 'Feliz cumpleaños' al Papa Benedicto XVI, en vísperas de su 81 aniversario, a su llegada a Estados Unidos, en medio de fuertes medidas de seguridad en la base aérea Andrews.
A las 16:00 horas locales (21:00 GMT), el presidente George W. Bush, su esposa Laura y su hija Jenna recibieron al pontífice, cuando éste bajaba de las escalinatas rojas del Boeing 777 de la Alitalia bautizado como 'Shepherd One' (Pastor Uno).
Las banderas amarillas y blancas del Vaticano ondearon junto con las estadunidenses, tanto en el Pastor Uno, como las que portaban la guardia de honor y las que agitaban los familiares de militares y jóvenes invitados por la Arquidiócesis de Washington.
El jerarca de la Iglesia Católica descendió sonriente, estrechó la mano de Bush, de la primera dama y de su hija Jenna, antes de alzar las manos en señal de saludo a la multitud.
El grupo caminó sobre la alfombra roja; el pontífice y el presidente intercambiaron sonrisas y se dirigieron hacia una zona de invitados especiales para sostener una breve conversación privada, que duró alrededor de 10 minutos.
Posteriormente, sin pronunciar discursos, Bush acompañó al Papa a su vehículo, mientras jóvenes de la escuela secundaria Obispo McNamara, de Maryland y los invitados entonaban el tradicional canto por su cumpleaños.
'Me impactó el silencio que hubo después que aterrizó el avión, ante la expectativa por el momento en que saldría el Santo Padre', dijo el sacerdote mexicano Jesús Lizalde, director de Radio María en Houston, Texas, quien narró el acontecimiento en vivo por celular.
'Me impresionó, a sus 81 años, la manera en que bajó las escalinatas rojas, como si tuviera 15 años', anotó Lizalde al referirse a la manera rápida en que Benedicto XVI descendió del avión.
Alrededor de 500 invitados especiales, así como 250 reporteros fotógrafos y camarógrafos, fueron acreditados para la llegada de Joseph Ratzinger.
La prensa tuvo que esperar más de dos horas para ser escoltada desde el centro de la capital a la Base Aérea, ubicada en el vecino estado de Maryland, tras rigurosas inspecciones por detectores de metal y perros policías.
La Base Andrews ha sido escenario de recepciones de mandatarios en 309 ocasiones desde 2006. Esta es la primera vez que Bush recibe personalmente a un jefe de Estado en este lugar, en una señal sobre la importancia histórica de la visita del Papa.
En el acto participaron además representantes del cuerpo diplomático y la Fuerza Aérea, así como el cardenal de Chicago, Francis George, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), y el arzobispo de Washington, Donald Wuerl.
Tras la ceremonia de bienvenida, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Washington, Francisco González, dijo que 'el Papa nos va a dar un mensaje de esperanza. Espero que diga algo sobre los inmigrantes'.
El vicepresidente de la USCB, el obispo de Tucson, Gerald Kicanas, señaló que Benedicto XVI 'nos trae un mensaje de paz, especialmente en nuestro país a favor de los pobres, los enfermos y los inmigrantes'.
El jefe de la Iglesia Católica 'nos recordará que todos somos hijos de Dios', señaló.
El sacerdote José Eugenio Hoyos, director del Apostolado de la Diócesis de Arlington, en Virginia, manifestó que 'cuando se habla de los pobres no podemos excluir a los inmigrantes que son los que están sufriendo persecución, redadas y leyes humillantes'.
La agenda del Papa Benedicto XVI incluye una ceremonia de bienvenida en la Casa Blanca para este miércoles; una misa en el estadio de los Nationals, el jueves. Después viajará a Nueva York, donde pronunciará un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El Papa tiene previsto en Nueva York celebrar misa en la Catedral de San Patricio y el estadio de los Yankees, y visitar la Zona Cero donde ocurrieron los atentados del 11 de septiembre de 2001, para concluir su visita el próximo domingo.
Washington, abril 15, 2008.- Cientos de fieles cantaron hoy 'Feliz cumpleaños' al Papa Benedicto XVI, en vísperas de su 81 aniversario, a su llegada a Estados Unidos, en medio de fuertes medidas de seguridad en la base aérea Andrews.
A las 16:00 horas locales (21:00 GMT), el presidente George W. Bush, su esposa Laura y su hija Jenna recibieron al pontífice, cuando éste bajaba de las escalinatas rojas del Boeing 777 de la Alitalia bautizado como 'Shepherd One' (Pastor Uno).
Las banderas amarillas y blancas del Vaticano ondearon junto con las estadunidenses, tanto en el Pastor Uno, como las que portaban la guardia de honor y las que agitaban los familiares de militares y jóvenes invitados por la Arquidiócesis de Washington.
El jerarca de la Iglesia Católica descendió sonriente, estrechó la mano de Bush, de la primera dama y de su hija Jenna, antes de alzar las manos en señal de saludo a la multitud.
El grupo caminó sobre la alfombra roja; el pontífice y el presidente intercambiaron sonrisas y se dirigieron hacia una zona de invitados especiales para sostener una breve conversación privada, que duró alrededor de 10 minutos.
Posteriormente, sin pronunciar discursos, Bush acompañó al Papa a su vehículo, mientras jóvenes de la escuela secundaria Obispo McNamara, de Maryland y los invitados entonaban el tradicional canto por su cumpleaños.
'Me impactó el silencio que hubo después que aterrizó el avión, ante la expectativa por el momento en que saldría el Santo Padre', dijo el sacerdote mexicano Jesús Lizalde, director de Radio María en Houston, Texas, quien narró el acontecimiento en vivo por celular.
'Me impresionó, a sus 81 años, la manera en que bajó las escalinatas rojas, como si tuviera 15 años', anotó Lizalde al referirse a la manera rápida en que Benedicto XVI descendió del avión.
Alrededor de 500 invitados especiales, así como 250 reporteros fotógrafos y camarógrafos, fueron acreditados para la llegada de Joseph Ratzinger.
La prensa tuvo que esperar más de dos horas para ser escoltada desde el centro de la capital a la Base Aérea, ubicada en el vecino estado de Maryland, tras rigurosas inspecciones por detectores de metal y perros policías.
La Base Andrews ha sido escenario de recepciones de mandatarios en 309 ocasiones desde 2006. Esta es la primera vez que Bush recibe personalmente a un jefe de Estado en este lugar, en una señal sobre la importancia histórica de la visita del Papa.
En el acto participaron además representantes del cuerpo diplomático y la Fuerza Aérea, así como el cardenal de Chicago, Francis George, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), y el arzobispo de Washington, Donald Wuerl.
Tras la ceremonia de bienvenida, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Washington, Francisco González, dijo que 'el Papa nos va a dar un mensaje de esperanza. Espero que diga algo sobre los inmigrantes'.
El vicepresidente de la USCB, el obispo de Tucson, Gerald Kicanas, señaló que Benedicto XVI 'nos trae un mensaje de paz, especialmente en nuestro país a favor de los pobres, los enfermos y los inmigrantes'.
El jefe de la Iglesia Católica 'nos recordará que todos somos hijos de Dios', señaló.
El sacerdote José Eugenio Hoyos, director del Apostolado de la Diócesis de Arlington, en Virginia, manifestó que 'cuando se habla de los pobres no podemos excluir a los inmigrantes que son los que están sufriendo persecución, redadas y leyes humillantes'. La agenda del Papa Benedicto XVI incluye una ceremonia de bienvenida en la Casa Blanca para este miércoles; una misa en el estadio de los Nationals, el jueves. Después viajará a Nueva York, donde pronunciará un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El Papa tiene previsto en Nueva York celebrar misa en la Catedral de San Patricio y el estadio de los Yankees, y visitar la Zona Cero donde ocurrieron los atentados del 11 de septiembre de 2001, para concluir su visita el próximo domingo.
Con información de Notimex