El Diario de Hoy
Miércoles, 16 de Abril de 2008
Benedicto XVI pudo experimentar la diversidad de la Iglesia en los Estados Unidos y su sentido de universalidad.
Desde las 5:00 de la mañana se comenzaron a formar líneas interminables de personas de todas las nacionalidades y estamentos sociales para ingresar a la Casa Blanca, donde por primera vez en la historia un Papa celebraría su cumpleaños, en este caso el número 81 para Benedicto XVI. Con la máxima seguridad, a las 7 y 30 de la mañana se abrieron las puertas de la Casa Blanca para más de 12 mil invitados especiales que fueron llenando los jardines presidenciales. Con las notas de la banda nacional de la Marina de los Estados Unidos, nos pudimos dar cuenta de que estábamos, y desde luego el Vicario de Cristo, viviendo momentos inolvidables y que el dignatario en esta ocasión era muy especial.
De un momento a otro nos olvidamos que estábamos en la Casa Blanca, pues empezaron a desfilar más de 300 obispos y cardenales dando la sensación de que nos encontrábamos en el Vaticano, o nos hacían recordar la elección del Sumo Pontífice. Con la presencia de la jerarquía católica estadounidense, las voces de los uniformados cantaban con gran gozo el "Gloria, gloria, aleluya, Jesús es el Señor", uniéndose así miles de voces al himno.
Al ingresar el Presidente Bush, acompañado con su esposa, hubo un gran silencio. Exactamente a las 10:30 de la mañana comenzó la ceremonia con las palabras de bienvenida del Presidente George W. Bush. Se entonaron los himnos del Vaticano y de los Estados Unidos, luego 10 cañonazos asustaron a la gente y anunciaban que América se encontraba de fiesta por la presencia del Papa Benedicto XVI.
Precisamente en su discurso, el Santo Padre pidió a los gobernantes que tomen conciencia de una solidaridad universal, pues la democracia implica ser responsables de un mundo creado por Dios: "Si vivimos la democracia con una libertad verdadera, viviremos en paz y en armonía con todos", agregó el Papa, quien es admirador de la Iglesia Católica en los Estados Unidos porque es un modelo de fe y de esperanza y porque es todo lo contrario de lo que le sucede a la Iglesia en Europa con las sombras del secularismo.
Al final de la ceremonia más de 12 mil voces le cantamos el feliz cumpleaños en inglés y las voces de los asistentes subían de tono gritando ¡Viva la Libertad, Viva el Papa!
Para hoy, en el estadio de béisbol llamado en inglés Nationals Park, la misa pontifical tendrá un sentido multicultural, incluso con fieles luciendo trajes típicos de sus respectivos países.
La primera lectura será en español y estará a cargo de la salvadoreña Yolanda Bolaños, de Santa Ana. La bienvenida, en español igualmente, será pronunciada por dos salvadoreños: José Fernando Mora, de San Salvador, y María Alemán del Tránsito, en San Miguel.
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