jueves, febrero 09, 2017

Carismáticos y el Ministerio de Liberación


Por José Eugenio Hoyos


Encontramos en muchos lugares Católicos y hasta Carismáticos confundidos por la practica de la hechicería, ocultismo, adivinación, brujerías, satanismo, fetichismo, teosofía, magia blanca y negra, amuletos, la mal llamada “metafísica” seguimiento de la Nueva Era o el tan llamativo reiki, conjuros y amarres; que con urgencia y sometidos a la oración necesitan ser sacados de nuestra vida.

En este caso es aquí donde la sanidad interior y la liberación juegan un papel importante para purificar nuestra fe y mejorar nuestra calidad de vida. La sanidad interior y la liberación son procesos necesarios que se realizan a través de una oración profunda y constante ligada directamente a la fuerza que produce el invocar el Espíritu Santo. Por el cual las heridas, los recuerdos y los sentimientos represados en el corazón del ser humano son sanados y liberados de las fuerzas y del poder malsano del diablo.


Sanar y liberarse interiormente es desocupar en el nombre y con la autoridad de Jesucristo todo lo que desde el pasado comenzando desde nuestra infancia nos ha sucedido y han dejado por muchos años huellas profundas de heridas dolorosas que nos han perjudicado emocionalmente y espiritualmente.

El propósito de una liberación efectiva es arrancar de raíz y remover con fuertes herramientas espirituales. Todo sentimiento malsano, todo acercamiento de espíritus nocivos que entristecen el alma y debilitan el Espíritu. Pues muchas veces caminamos en este mundo sin ni siquiera darnos cuenta que hay mas muchos mas del carácter de Dios que Él nos quiere revelar.

Cada Diócesis debería formar y establecer un Ministerio de Intercesión, Sanación y Liberación con una doctrina fuerte Católica y con las bases de la Espiritualidad Carismática.

miércoles, febrero 08, 2017

Sin Unidad, Ni Oración no Habrá Celebración Completa del Jubileo de Oro de la RCC

Por José Eugenio Hoyos



Cuando participo en eventos o congresos Carismáticos me da mucha alegría del poder ver tantas personas sedientas del amor de Dios. Se siente la presencia de Dios pero también nos podemos dar cuenta de la desunión de algunos grupos de oración.


Da lástima que cuando uno visita algunas Diócesis, países o regiones aquí en los Estados Unidos o fuera del país nos encontramos con coordinadores, presidentes o directores que llevan más de 20, 30 o 40 años dirigiendo la RCC sin darles oportunidad de liderazgo a las nuevas generaciones.




Este Jubileo tiene que traernos nuevas ideas, nuevas iniciativas para reforzar nuestros grupos de oración que se han ido fatigando y debilitando con el tiempo la excusa es la misma: “Yo sigo de coordinador de mi grupo de oración porque nadie quiere comprometerse y no hay candidatos que quieren servir en la dirección.” Y esto no es el reflejo de la espiritualidad Carismática mundial. Esto no significa ser “Renovados en el Espíritu” pues nuestra misión es renovarnos sin miedo ni temores en todo sentido.



Un coordinador no debe estar en el mismo puesto por mas de 3 años, debe haber elecciones en el grupo a nivel local, regional o nacional, lo contrario sería una falta de formación de líderes, una actitud egoísta o un amor al poder y no a la voluntad del Espíritu de Dios.


No es el hombre mismo quien desarrolla dones y carismas es Dios quien la siembra en el corazón de los creyentes cuando hay fe y perseverancia en el servicio. Antes de la celebración del Jubileo de Oro de la Renovación Carismática debemos practicar, la unidad, la caridad, la solidaridad, el perdón y la practica del Evangelio para que se produzcan fuertes testimonios que atraigan mas personas a esta bendita corriente de gracia: La Renovación Carismática, nos falta mas oración y mas unidad.

lunes, febrero 06, 2017

¿Carismáticos Necesitan Ser Sanados y Liberados?


Por José Eugenio Hoyos


“Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con su energía y su fuerza. Lleven con ustedes todas las armas de Dios para que puedan resistir las maniobras del diablo. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba” (Efesios 6:10-12).

Todos los que formamos parte de este mundo necesitamos de una u otra forma experimentar la sanación y la liberación divina.

Cada persona creada por Dios en este planeta es y ha sido bombardeado(a) por los coqueteos y engaños del demonio. Cada segundo un ser humano es atado y tentado por el mal.


Encontramos familiares, amigos y miembros de nuestra Iglesia, movimientos eclesiales y grupos de oración personas que arrastran grandes heridas en sus vidas y que por la falta de un acercamiento sincero a la presencia de Jesús o por falta de una vida saludable Sacramental sus necesidades y agotamiento son cada vez más profundas y apremiantes.

De esta manera se convierten en golpes violentos que sacuden a nuestro interior y nos llevan a la agonía existencial y muerte espiritual como por ejemplo: Miedos, rencores, amargura, tristeza, odio, rechazo, bajo estima, y todo tipo de recuerdo que nos trae dolor y decaimiento espiritual.

Por eso la Renovación Carismática tiene una espiritualidad que proyecta sanación, unción y liberación. Las oraciones y alabanzas dentro de los grupos de oración brindan fortaleza, apoyo y suben el Espíritu para sentir la fuerza del Espíritu Santo