viernes, febrero 19, 2016

El Carisma de Sanación y Los Dones Del Espíritu Santo Son Poderosas Bendiciones

Por José Eugenio Hoyos



Desafortunadamente una gran mayoría de creyentes no conocen que en la Iglesia existen carismas y dones. Y la tristeza más grande es que el Espíritu Santo y su poder sanador y liberador es desconocido. Hace falta y es una urgencia que nosotros fieles sobre esta gran riqueza en la Iglesia.

Muchos Católicos por ejemplo abandonan la Iglesia sin conocer la doctrina, la espiritualidad, los dogmas y todos los beneficios que el Espíritu Santo nos brinda. El Cardenal Suenens bien decía: “Conviene promover el Carisma de Sanación, aunque hay que evitar toda acción espectacular… al leer la Escritura, uno queda sorprendido por el lugar considerable (Una quinta parte de los evangelios) que ocupa el ministerio de Sanación en la vida de Jesús y en la de los apóstoles. La oración por la Sanación interior tiene su propio valor. La Renovación esta apoyando restaurar el ministerio de Sanación en la práctica diaria de la Iglesia.”


Existen tres tipos de enfermedades y cada una requiere una oración particular para pedir a Dios por su sanación o curación: 1) La enfermedad corporal, originada por múltiples causas y que requiere una oración de curación física. 2) La enfermedad del corazón, ocasionada por una herida emocional y que precisa una oración de curación interior y 3) la enfermedad del espíritu, debida al pecado y que Jesús sana mediante la Fe y la conversión.


La promesa de Jesús: en mi nombre expulsaron demonios, hablaran lenguas nuevas, impondrán las manos sobre enfermos y se sanaran viene inmediatamente después de la orden: “Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva a toda la creación (Mc 16, 15-16) Evangelizar es instaurar la salvación integra del hombre en Cristo Jesús. Y es lo que la RCC está participando y realizando con ardor y oración en la cultura de Pentecostés.   












jueves, febrero 18, 2016

No Critiques La Renovación Carismática Pues Todos Somos Iglesia


Por José Eugenio Hoyos



Da tristeza que entre los Católicos nos critiquemos y condenemos las actividades de miembros que pertenecen a otros movimientos dentro de nuestra amada Iglesia Católica.

Pero lo que más escandaliza es que dentro de la misma Iglesia hay Católicos que condenan a la Renovación Carismática sin conocer su espiritualidad, sin saber que es una corriente de gracia que ha dado la oportunidad a que millones de personas hayan tenido una conversión y que los que estaban alejados de la Iglesia, los hijos pródigos hayan regresado y ahora son unos grandes servidores y defensores de la Fe.




Si a un Católico no le gustan los cursillos, los encuentros matrimoniales, la legión de María, los Carismáticos, los Catecúmenos,  los de Emaús, no deben criticarnos porque es colocar más clavos en la cruz de Cristo Ore, y conozca cada movimiento antes de juzgar o condenar.

El mismo Papa Francisco ha dicho que la diversidad de movimientos es lo que trae riqueza a la Iglesia Nuestros hermanos “esperados”  como los evangélicos o protestantes muchas veces comentan que no quieren formar parte de la Iglesia Católica porque ven división, envidias y ataques personales dentro de la misma Iglesia.





La Renovación Carismática ha sido por años una gran fuerza en la Nueva Evangelización es una gran fuente de las obras de misericordia.

Cada vez en el mundo entero son más y más las familias y los jóvenes que están siendo parte de esta gran corriente de gracia, tan necesaria para el mundo actual. Es por eso que en el encuentro mundial de Sacerdotes en Roma. El Papa pidió a los Sacerdotes y Párrocos para que conozcan la RCC y promuevan más los seminarios de Vida en el Espíritu.

Cristo quiere ver una Iglesia unida y no dividida por el capricho de algunos Católicos que no hacen ni dejan que la cultura de Pentecostés se mueve con fuerza. El Papa repite que quiere una Iglesia que salga a evangelizar con gozo y Fe ardiente.

miércoles, febrero 17, 2016

Carismáticos Llamados a Vivir la Misericordia de Jesús!!!


Por José Eugenio Hoyos


Cuando creemos y confiamos en la Misericordia de Dios el 100% y activamos nuestra fe en Cristo, entonces todo cambia, todo sana, todo se transforma, todo es bendecido, todo es curado y todo es liberado.

Para el que cree y tiene fe y esta con paciencia y humildad en espera, cosas maravillosas obtendrá por la misericordia del Señor.

La fe nos impulsa a clamar y a gritar sin miedo y con fuerza su misericordia. Dios responde al corazón que reconoce y acepta su condición de pecador o al enfermo agonizante; ellos en ningún momento fueron soberbios ni orgullosos, lo único que reconocieron es que necesitaban la misericordia de Dios.

Los ciegos reconocieron que solo Jesús podía cambiar sus vidas, que podía sanar sus ojos, que, en su infinita misericordia, podía liberar las heridas profundas y sangrantes de cualquier corazón adolorido; en ningún momento les ataco la duda.


Por eso te aconsejo que aunque estés pasando por un momento difícil en tu enfermedad, aunque las circunstancias sean desastrosas….persevera, insiste, no dudes, no dejes de orar y pedirle a Dios por esa sanación que andas buscando.

Recordemos parte del texto que nos dice: “Y la gente les respondió para que dejaran de gritar, para que dejaran de pedir…para que callaran. Pero ellos gritaban y alzaban la voz más fuerte: “Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!!!

Hay personas o diagnósticos médicos que te quieren desilusionar o apagar tu fe, quizás algunos te han criticado porque oras, te arrodillas ante el Santísimo, porque rezas el Santo Rosario o porque tienes devoción a la Santísima Virgen María o porque haces la Divina Misericordia pidiendo un favor la multitud que los callaba no podía entender que ese era el momento más importante en la vida de estos ciegos y ellos habían decidido no dejarlo pasar.

Jesús está contigo porque eterna es su misericordia cuando un Católico, un Carismático confía en la misericordia divina de Jesús todo cambia, su familia se transforma y la Iglesia se fortalece. Con la Misericordia de Cristo se abren muchas puertas que nos invitan a la salvación.