Cuando miramos a Jesús Eucaristía y alzamos nuestras Oraciones y Alabanzas; inmediatamente sentimos poderosas respuestas a nuestras peticiones. El Santísimo Sacramento es el signo de que Jesús vive y se mueve entre nosotros.
Y en realidad Cristo ha venido a sanarnos a liberarnos y a bendecirnos,
cada minuto se proclaman los grandes testimonios sobre todo a aquel que cree en
Él.
Entregarnos a Dios es lo más importante de todo. Cuando te
encuentras verdaderamente con Dios ya no vas a querer seguir viviendo igual:
sea que conozcas mucho; poco o nada de Dios, debes estar listo para dejar que
Cristo haga su obra en ti; para que sin reservas ni condiciones entregarte a
Dios y su buena voluntad, de lo cual nunca te arrepentirás.
Porque tu vida será mejor cada día, estarás más libre, más
feliz disfrutando la alegría de ser amado por el mejor padre: “Cristo Jesús” y recibiendo cada día innumerables
bendiciones.Experimentar el amor, la compasión y la Sanación de Cristo en tu vida y en tu familia, como el hijo prodigo del evangelio. Suscitara un gran cambio en tu vida Espiritual.
Es tiempo de dejarte abrazar por Dios y seguirle paso a paso siguiendo a Jesús Sacramentado y llevando Sanaciones, Liberaciones y bendiciones a tu hogar.