viernes, julio 02, 2010

Miserere: Jóvenes en acción

Por le Rev. José Eugenio Hoyos
Arlington Catholic Herald
1 de julio de 2010

Nuestra Diócesis de Arlington está bendecida por la diversidad de Ministerios que trabajan arduamente en la pastoral hispana. Nuestra comunidad católica proveniente de Latinoamérica, Centroamérica y el Caribe es relativamente muy joven. Por lo tanto debemos preparar nuevo líderes para que ayuden a la evangelización con compromiso y amor a llevar el Evangelio a una comunidad inmigrante con una gran necesidad y sed de conocer más a Dios y sentar las bases en las enseñanzas de la Iglesia Católica.

Hoy la juventud debe llevar con orgullo la etiqueta de la identidad católica, si la perdemos quedaremos igual que nuestros hermanos de otras creencias. Debemos comprender y entender con los ojos puestos en la fe que los jóvenes hoy en día quieren participar en la Iglesia pero de una forma diferente y decidida. Muchos jóvenes, por ejemplo, están expresando su motivación católica a través de la música. Encontramos nuevos grupos juveniles en la Diócesis que están atrayendo numerosa cantidad de jóvenes, como el Encuentro Católico en el DC Armory en Washington; Jóvenes de Nueva Evangelización, el Grupo Búsqueda, Ministerio Líderes de Paz, Grupo Juvenil Renacer y el Ministerio Miserere (Misericordia) que es un grupo de jóvenes adultos en su mayoría profesionales que han unido sus talentos para ir a evangelizar a través de la música a otros jóvenes que no conocen a Cristo. Y también existen otros grupos.

No olvidemos que evangelizar no es sacar a otras personas que ya son parte de otros ministerios, sino traer nuevas personas a la Iglesia que todavía no han tenido un encuentro personal con Cristo. Los jóvenes adultos evangelizan cuando son testigos y signos de Jesús Resucitado cuando:

1. Promueven la paz, la justicia, los derechos y el desarrollo humano.
2. Viven profundamente insertados y abiertos a la fraternidad universal.
3. Tienen obediencia y lealtad a la jerarquía de la Iglesia.
4. Viven con sencillez, poniendo sus bienes a los más necesitados.
5. Son humildes y abiertos a la corrección fraterna.
6. Están en continua oración y son asiduos a los Sacramentos.

San Marcos nos dice: ‘al contrario, el que quiera ser el mas importante entre ustedes, que se haga el servidor de todos; y el que quiera ser el primero, que se haga siervo de todos” (Marcos 10, 42-44).

El Apostolado Hispano está buscando un coordinador de Jóvenes Adultos. Si usted está interesado envíe su hoja de vida al 200 N. Glebe Road, Suite 820, Arlington, VA 22203. Los Jóvenes son el hoy de la Iglesia aunque algunos no sean tenidos en cuenta, no se desanimen. Ánimo, las mies es mucha y los obreros pocos.

Fotos: Miserere

La obra de evangelización es deber del pueblo

Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Arlington Catholic Herald
1 de julio de 2010

No podemos dejar la evangelización solamente en manos de los sacerdotes o religiosos, los laicos bien preparados y con un asiduo sacramental, amor a la Iglesia y respeto a la jerarquía eclesiástica deben jugar un papel importantísimo en el acompañamiento pastoral de la familia eclesial.

Toda la experiencia cristiana tiene que estar anclada en el Espíritu Santo, que no se compagina con muchos de los modos fiscalizadores y estrechos de última hora. Nos ilumina y cuestiona el Concilio, en la Lumen Gentium, 12: ‘El mismo Espíritu Santo…reparte gracias especiales, entre los fieles de cualquier condición, distribuyendo a cada uno según quiere (1 Cor 12, 11) sus dones, con los que les hace aptos y prontos para ejercer las diversas obras y deberes que sean útiles para la renovación y la mayor identificación de la Iglesia, según aquellas palabras: “a cada uno… se le otorgará manifestaciones del Espíritu para común utilidad” (1 Cor 12, 7).

Mirando a los profetas, siempre realizamos un ejercicio razonable y, a veces, provocativo y audaz. Ser Iglesia, Misterio y Pueblo de Dios, supone expresar y ejercer en todos los ámbitos y personas su identidad católica, que se realiza y ejerce, explícita y proyecta en la vida de los creyentes.

El documento “Mutuas Relaciones”, que es muy clarificador, deja bien sentada esta base teológica, la realidad viva de la Iglesia, como Misterio, como Pueblo nuevo de Dios, que tiene por cabeza a Cristo y al Espíritu, como alma del Cuerpo de la Iglesia, que es un solo cuerpo y muchos miembros diferentes (1 Cor 12, 13; Rom 12, 5). Subraya también una de las líneas-fuerza de la Eclesiología del Vaticano II: la importancia de la Iglesia particular, en la que se incorporan todos sus miembros en igualdad de dignidad y de misión (Mr 2, 4).

Entonces la Iglesia local se entiende como comunidad integrada por todo el pueblo de Dios, con una misión única en comunión con el obispo, pastor, fundamento e integrador de todos los carismas y ministerios en la unidad y comunión apostólica. La comunión orgánica de la Iglesia no solo es espiritual, en cuanto nacida del Espíritu Santo, sino también y al mismo tiempo jerárquica, por derivar de Cristo – cabeza (Ef 2, 21-22; Col 1, 15-18).

Apremia y urge una reiniciación cristiana, una nueva y mas profunda evangelización, con bases claras de identidad católica, emprendida por fraternidades de apóstoles, que viven la comunidad y se constituyen para la misión. La misma vivencia de fe exige una conversión permanente, una renovación, expresada en la experiencia personal y en el testimonio: “solo evangelizan los testigos”.

La centralidad de la fe compromete hoy a toda la Iglesia, este es el gran reto y desafío, el tren al que tienen que subir todos: párrocos, religiosos, diáconos, laicos… en definitiva toda la Iglesia. Pero que al subirnos lo hagamos con compromiso, lealtad y con ardor de presentar una Iglesia con un Cristo Vivo y una comunidad radiante y unida.

Foto: Miembros de la Legión de María evangelizando en la calle en San Francisco, CA

martes, junio 29, 2010

Testimonio De Alegria Sirviendo A La Iglesia En Denver, Colorado – Parte 2

por el Rev. José Eugenio Hoyos

Las instalaciones del fairgrounds en Denver, Colorado en el VII Congreso Archidiocesano de la Renovación Catolica Carismática se llenó completamente a pesar de algunos pronósticos de una minoría de servidores ya que pensaban que por los partidos de la Copa Mundial de Futbol, la asistencia iba a ser poca; sobre todo el domingo cuando se jugaba el partido entre Argentina y México.

Pero no fue así todo lo contrario este año los creyentes le ganaron con un golazo de fe al mundial. Tanto el congreso para los adultos, los niños y los jóvenes fue un lleno total. Pues algo que me impresiono es que mientras los adultos están en un retiro aparte, los jóvenes en instalaciones contiguas tienen al mismo tiempo el congreso juvenil carismático; como los niños su propio congresito.
Mi tema principal fue: “Servir con Alegría”. San Pablo en la Segunda Carta a los Corintios dice: “Quiere Dios un dadivoso alegre conforme a lo que Él dijo por sabio: todo lo que das, dalo con semblante alegre”. Así como acá en el mundo vemos que cualquier señor quiere que sus criados le sirvan con alegría, y cuando ve que andan encapotados y le sirven con ceño y con tristeza, no le es agradable su servicio, antes le enfada, así Dios nuestro señor gusta de que le sirvamos con mucha voluntad y alegría, no con ceño y con tristeza, no le es agradable su servicio, antes le enfada, así Dios nuestro Señor gusta de que le sirvamos con mucha voluntad y alegría, no con ceño, ni tristeza.

Los que sirven a Dios con tristeza, parecen que dan a entender que hacen mucho y que andan reventando con la carga, y que apenas la pueden ya llevar por ser grande y pesada y eso desagrada a Dios.

Mateo 6,16 dice: “Poneos de fiesta y andad alegres que parezca que no ayunáis ni hacéis nada. No andéis tristes como los hipócritas que quieren dar a entender a todos que ayunan y que echen de ver que hacen algo.

Después de la Misa de clausura varias personas se me acercaron dando sus testimonios de sanación y liberación, y estoy seguro que con gran alegría abra mucha cosecha bendecida y que los frutos serán para la edificación de la Iglesia. Dios envío su espíritu para seguir dando ánimo a una iglesia alegre.

¡Amen, Amen, Amen!





VII Congreso Arquídiocesano Carismático en Denver, Colorado – Parte I

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Este fin de semana fui invitado a predicar al VII Congreso Arquidiocesano de la Renovación Católica Carismática en la hermosa ciudad de Denver en el estado de Colorado.

El tema de este gran Congreso, los organizadores lo habían titulado “servidores de Cristo y de la Iglesia”. Desde varias semanas esperaba con ansiedad este congreso, pues no solamente tenía como misión ir a evangelizar, sino de ir a conocer otro aspecto del servicio en la Renovación Carismática y de escuchar los otros dos predicadores invitados de Miami; al cantautor y predicador Marcos Chao y la mexicana Nora Payan.

Mi viaje a Denver fue tranquilo, tuve tiempo de orar, leer y repasar mis charlas, pero al llegar a Denver nos anunciaron que no podíamos aterrizar porque había fuertes vendavales y tormentas acompañadas de turbulencias por lo que el aeropuerto estaba cerrado por lo menos por más de 20 minutos. Después de dar vueltas y vueltas aterrizamos con grandes oleadas de viento. En un instante creí que era una señal del cielo para anunciarnos que este Encuentro Carismático iba a estar acompañado de grandes señales, grandes enseñanzas, y poderosos testimonios.

Fui recibido por el coordinador de la Renovación Católica Carismática de Denver, el cual amablemente me dio la bienvenida y por el camino se abrió al atardecer un gran sol donde pude ver las montañas cerca de el aeropuerto, cubiertas de nieve, donde lo único que pude hacer fue darle gracias a Dios por la belleza de la naturaleza y por la vida.

Nos trasladamos al lugar del Congreso al día siguiente de obtener los primeros asientos de este amplio centro de convenciones. Puede darme cuenta que había llegado gente de Kansas, Nuevo México, California y Texas.

La animación era muy amena y de gran fiesta con alabanzas a ritmo de cumbia norteña, quebradita y mariachi, pues entendí que el 90 por ciento de la población son de origen mexicano. El primer tema del día lo dio el predicador Marco Chao: “Imitar a Cristo en el servicio”. “Pues si yo, siendo el Señor y Maestro, les he lavado los pies, también ustedes, deben lavarse los pies unos a otros” (Juan 13-14).