martes, junio 29, 2010

Testimonio De Alegria Sirviendo A La Iglesia En Denver, Colorado – Parte 2

por el Rev. José Eugenio Hoyos

Las instalaciones del fairgrounds en Denver, Colorado en el VII Congreso Archidiocesano de la Renovación Catolica Carismática se llenó completamente a pesar de algunos pronósticos de una minoría de servidores ya que pensaban que por los partidos de la Copa Mundial de Futbol, la asistencia iba a ser poca; sobre todo el domingo cuando se jugaba el partido entre Argentina y México.

Pero no fue así todo lo contrario este año los creyentes le ganaron con un golazo de fe al mundial. Tanto el congreso para los adultos, los niños y los jóvenes fue un lleno total. Pues algo que me impresiono es que mientras los adultos están en un retiro aparte, los jóvenes en instalaciones contiguas tienen al mismo tiempo el congreso juvenil carismático; como los niños su propio congresito.
Mi tema principal fue: “Servir con Alegría”. San Pablo en la Segunda Carta a los Corintios dice: “Quiere Dios un dadivoso alegre conforme a lo que Él dijo por sabio: todo lo que das, dalo con semblante alegre”. Así como acá en el mundo vemos que cualquier señor quiere que sus criados le sirvan con alegría, y cuando ve que andan encapotados y le sirven con ceño y con tristeza, no le es agradable su servicio, antes le enfada, así Dios nuestro señor gusta de que le sirvamos con mucha voluntad y alegría, no con ceño y con tristeza, no le es agradable su servicio, antes le enfada, así Dios nuestro Señor gusta de que le sirvamos con mucha voluntad y alegría, no con ceño, ni tristeza.

Los que sirven a Dios con tristeza, parecen que dan a entender que hacen mucho y que andan reventando con la carga, y que apenas la pueden ya llevar por ser grande y pesada y eso desagrada a Dios.

Mateo 6,16 dice: “Poneos de fiesta y andad alegres que parezca que no ayunáis ni hacéis nada. No andéis tristes como los hipócritas que quieren dar a entender a todos que ayunan y que echen de ver que hacen algo.

Después de la Misa de clausura varias personas se me acercaron dando sus testimonios de sanación y liberación, y estoy seguro que con gran alegría abra mucha cosecha bendecida y que los frutos serán para la edificación de la Iglesia. Dios envío su espíritu para seguir dando ánimo a una iglesia alegre.

¡Amen, Amen, Amen!





1 comentario:

Rosario Gonzalez dijo...

Dios le bendiga por su trabajo sin descanso anunciando el reino de Dios
en El salvador lo queremos mucho
saludos.