Aprovechando la oportunidad del XXXIV gran encuentro internacional del nuevo Pentecostés celebrado recientemente en la sede de la Mansión en Santa Cruz, Bolivia; los numeroso grupos de Oración de los diferentes países de Sur América dijeron SI al compromiso con Cristo, con la Renovación Carismática y sobre todo con la Iglesia Católica.
El Predicador invitado a este gran evento el Padre Colombiano José Eugenio Hoyos asesor de la Renovación Católica Carismática de Arlington, Virginia en los Estados Unidos, se dirigió a los asistentes con el tema principal “Unidos en Jesucristo encontramos paz”.
El Padre Hoyos dijo a más de 5.000 Carismáticos reunidos en
santa Cruz, Bolivia: “Los Carismáticos verdaderamente somos el motor de la
iglesia, nuestra Iglesia se mueve y se arrastra cuando empezamos a aprender y a
compartir con el pueblo, los dones y Carismas que Dios nos ha regalado”.
Continuo el Padre Hoyos diciendo: “De que nos sirven a los Carismáticos pertenecer 20 o 40 años en un grupo o asamblea de Oración cuando somos promotores de injusticias, divisiones, falta de solidaridad, somos antitestimonio y no salimos a predicar afuera a un Cristo vivo. Es como si ni siquiera hubiéramos dado el primer paso a Jesús”.
En el relato de Lucas 8,22-25 nos habla de que la tempestad es calmada. La enfermedad para muchos de nosotros es una gran tormenta. Los problemas hay que saberlos controlar y en el nombre de Cristo usted va a tener efectividad en su sanidad.
El señor viene a levantarnos porque en medio de la tormenta,
de su enfermedad o problema, el Señor le
dice: “Aquí estoy, soy tu Señor y si tú me dices Señor, Señor, yo te voy a
contestar porque he venido a darte alivio, a darte esa Cristomicina que tu
buscas.
Heb 9 nos dice: “La sangre de Cristo purificará nuestras
conciencias de obras muertas para servir a Dios vivo, nos habla de una
conciencia clara y tranquila”.
Cristo nos trae con su palabra Divina, la verdadera paz. Hoy
los Carismáticos en el mundo entero
podemos gritar con alegría que estamos Bendecidos, Encendidos, Sanados y en
Victoria! Amén!