viernes, octubre 08, 2010

La revolución del Espíritu Santo se siente


Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Quien iba a creer que después de tantos años en que en muchas Iglesias Católicas se prohibía alzar las manos, aplaudir al Rey de reyes, hablar en lenguas, desarrollar los carismas, imponer manos y orar por liberación de las personas y ahora todo ha cambiado.

Y esta situación gracias a la fuerza del Espíritu Santo no podía ignorarse, pues ignorar al Espíritu Santo es ignorar al Padre e ignorar al Hijo; ósea a la Santísima Trinidad.

Ninguna ideología, ni fuerzas extrañas pueden impedir esta revolución que el Espíritu Santo esta causando en la Iglesia Católica. Pero es una revolución positiva, cuando hablo de revolución quiero decir Renovación, avivamiento y acercamiento de católicos fríos a una Iglesia ardiente con un Cristo Vivo!

Hace varios años los sacerdotes católicos tenían miedo a que nuestros feligreses se fueran a las iglesias protestantes por el gozo y a alabanza espontánea de la oración. Pero con la experiencia del tiempo vemos que ha sido todo lo contrario gracias a la Renovación Católica Carismática muchos feligreses han regresado a la Iglesia, los católicos han tomado con mas seriedad su papel protagonista dentro de la Iglesia, su compromiso es mas serio y el conocimiento de las estructuras de la Iglesia es mucho mas sólido. Los carismáticos se han convertido en el motor de la Iglesia (lectores, catequistas, coros, ujieres, Ministros Extraordinarios de la Comunión, etc.). Si un grupo de oración carismático no tiene una devoción especial a la Virgen María no es carismático. Cada grupo de oración tiene como objetivo y misión orar por las vocaciones sacerdotales y religiosas, y defender a los sacerdotes.

En la Renovación Católica Carismática no se trata de orar para bajar el poder sino de predicar el poder del Espíritu Santo.

La revolución del Espíritu Santo se siente, estamos viendo con más fuerza que antes que los enfermos con la oración se sanan más rápidamente, hay liberación de alcohol y drogas, los deprimidos se recuperan, hay testimonios en todos los lugares del mundo donde se invoca el Espíritu Santo.

Nuestra tarea hoy en día es ser parte de esa gran revolución para contagiar a otros con la Cruz de Cristo y dar esperanza a los que se acercan e invocan a El Espíritu Santo. Pues en nuestra revolución estamos ¡Bendecidos, Sanados y en Victoria!

jueves, octubre 07, 2010

Libro de un popular sacerdote



1 de octubre de 2010

Lo que vieneLibro de un popular sacerdote El próximo viernes 8 a las 7 de la noche el sacerdote José Eugenio Hoyos, conocido como el “padre Hoyos” presentará en una iglesia de Arlington su libro “Bendecidos, Sanados y en Victoria”.

El padre Hoyos, quien es director del Apostolado Hispano de la Arquidiócesis de Arlington, hace una recopilación de decenas de testimonios de sanidad física y espiritual, lograda tras los retiros espirituales que él dirige. “El libro nos recuerda que Cristo ha venido en toda su gloria a sanar a los enfermos y lo sigue haciendo hoy con más fuerza porque Él es el mismo, ayer, hoy y siempre”, señala el comunicado de prensa.

El sacerdote ha estado recorriendo varias ciudades dirigiendo los encuentros de sanidad. Uno de los testimonios en su blog de internet dice: “Estuve siete años con una infección en mi cuerpo y vine al retiro con toda mi fe y el Señor me curó, después de haber visitado muchos doctores que nunca supieron lo que tenía”, escribió Rosy García, desde California.


El padre Hoyos es también reconocido en el ámbito social por ser un defensor activo de los inmigrantes. Hispanos. La presentación del libro es en la Catedral Santo Tomás de Moro, 3901 Cathedral Lane, Arlington, VA, 22203.


— Milagros Meléndez-Vela.

Hispanos son el alma de la Iglesia



Comunidad de luchadores deja huellas imborrables en Arlington
Luisa Fernanda Montero
Especial para El Pregonero

Arlington, como ningún otro condado del área metropolitana, se caracteriza por su diversidad e inclusividad. Su más genuino reflejo: la vida parroquial en el seno de sus iglesias, donde la vibrante y alegre comunidad católica de ese condado virginiano es el motor de su progreso.Con más de veinte años de sacerdocio, el padre José Eugenio Hoyos, la conoce bien, no sólo por haberla guiado sino por haberse constituido en uno de sus más aguerridos defensores. Hoy, como director del Apostolado Hispano de la diócesis de Arlington, el padre Hoyos sabe que su comunidad es el alma de la Iglesia, y la define como una comunidad de luchadores que no se deja vencer y que va dejando huellas imborrables a su paso.

“La comunidad hispanoamericana vino a darle un flujo de sangre y de vida a la diócesis de Arlington”, afirma, describiendo con orgullo ese conglomerado mixto de salvadoreños, hondureños, bolivianos, peruanos, guatemaltecos y mexicanos -entre otros- que le han dado forma a una región que -para él- sin ellos, sencillamente, no sería la misma.Y es que en Arlington, las comunidades tienen historia y al paso de los años han formado enclaves, como los de Culmore o Chirilagua, donde prevalece su cultura, su fortaleza y su inquebrantable determinación de salir adelante a pesar de las vicisitudes que no han faltado, como la crisis económica que sigue golpeándola fuertemente.

“Yo diría que sin los hispanos estaríamos retrasados, que es lo que muchos no han querido reconocer, porque son ignorantes de la cultura nueva que ha traído el hispano aquí, el hispano ha hecho mover y crecer el comercio, es el motor del crecimiento económico de este rico condado, y eso se lo debemos, quiéranlo o no, a la mano del hispano”, resalta el padre Hoyos, recordando que en Arlington, sobresalen hispanos como Walter Tejada, miembro de la junta directiva del condado, y muchos otros que dejan permanentemente en alto el orgullo de su hispanidad.Dentro de esos hispanos laboriosos sobresalen aquéllos que calladamente cumplen con sus deberes como ciudadanos y miembros de su comunidad participando activamente en actividades educativas, políticas, culturales y por supuesto en aquellas en las que la iglesia tiene intereses especiales, como las actividades pastorales y de evangelización que dirige la diócesis.

La Iglesia arlingtoniana, de acuerdo con el padre Hoyos, es una iglesia que acompaña a sus fieles y que lucha con ellos codo a codo en la búsqueda del respeto por su dignidad, a través de la aprobación de una reforma migratoria justa, que les dé el lugar que merecen en un país que, a pesar de las líneas divisorias, también les pertenece.


En ese sentido, la Iglesia no desiste en su labor de abogacía a todos los niveles, tanto en las cámaras legislativas como en las marchas y los eventos que reclamen justicia para la comunidad hispana.

“La Iglesia ha sido una gran voz; a nosotros los sacerdotes se nos ha pedido que defendamos a la gente más desprotegida, por eso reclamamos la reforma migratoria, para que el hispano y otras minorías sean incluidas en una reforma justa y moral porque creemos que ya ha habido mucho derramamiento de lágrimas, mucha tristeza y mucho miedo”, insiste el padre Hoyos.Como sacerdote y educador el padre Hoyos sabe que además de educar al pueblo hispano, es importante también, llevar el mensaje de solidaridad cristiana a las demás comunidades, para que tarde o temprano entiendan el porqué de la lucha y dejen a un lado el racismo que no empata con la tradición católica.“Esto una cuestión de moral y tenemos que hacerlo; tienen que entender un día que arriba hay un juez y que todos somos iguales ante Dios”, resalta.Mientras tanto, la iglesia y la comunidad siguen avanzando. La variedad de actividades y programas que avala son de ello prueba fehaciente.La diócesis tiene programas para jóvenes, para ancianos y para todo aquel que quiera fortalecer su fe, como el programa de Niñas Virtuosas en el que se busca delinear sanamente el futuro de las jovencitas a través de diferentes actividades que buscan alejarlas de embarazos tempranos u otras vicisitudes.

O el de los ancianos, de la Edad de Oro, que los acoge para hacerlos sentir que aún son primordiales para su comunidad y que sus aportes y su sabiduría son indispensables.O el que busca alejar a los jóvenes de la violencia creando una cultura de paz que reconstruya la confianza en el futuro, o los campos de verano o la formación pastoral y de evangelización que les permite a muchos adentrarse en su fe y participar como voluntarios “portadores y multiplicadores de acción social en sus comunidades”.

O los programas de asistencia, consejería y apoyo para los más necesitados, para aquellos que han sido víctimas de la crisis económica o para las familias que, debido a la deportación de uno de los suyos, se enfrentan a situaciones, muchas veces, dramáticas.

“Ha habido un renacer dentro de nuestras iglesias, un florecimiento, las iglesias están llenas, hay nuevas caras y hay una nueva perspectiva de fe, una fe mucho más sólida. Creo que estamos viviendo una purificación de la iglesia muy positiva”, declara el padre Hoyos con el aire confiado del que sabe que cuando más anochece es porque va a amanecer y confía en el coraje y la fe de una comunidad que fortificada por su iglesia, seguirá creciendo y fortaleciéndose día a día.“La Iglesia ha sido una gran voz; a nosotros los sacerdotes se nos ha pedido que defendamos a la gente más desprotegida, por eso reclamamos la reforma migratoria, para que el hispano y otras minorías sean incluidas en una reforma justa y moral porque creemos que ya ha habido mucho derramamiento de lagrimas, mucha tristeza y mucho miedo.” Padre Eugenio Hoyos

La Iglesia Católica tiene pies de barro

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Nuestra Iglesia Católica continua sufriendo por los golpes, insultos, escándalos, que el mismo hombre le ha causado. La Iglesia Católica siendo la única fundada por Nuestro Señor Jesucristo desde sus comienzos sigue sufriendo, desangrándose, humillada, herida por la actitud de hombres débiles que se han dejado guiar por el enemigo.

Gracias a millones de católicos que siguen fieles a la Iglesia de Cristo y que entienden que estamos viviendo tiempos de la purificación es que ella triunfante y Santa se mantiene.

La Iglesia como afirmara San Agustín y toda la tradición, tiene pies de barro; es santa y pecadora, es esposa predilecta y prostituta con manchas y arrugas. Debe ser amada y ayudada tal como es y por lo que es, y no exaltada y entronizada sin criterios y haciendo a un lado el sentido común. Si los católicos tuviesen esa actitud obtendrían como beneficio el fortalecimiento verdadero de la fe y la ausencia de escándalos ilegítimos.

Nuestra vida de fe gira en torno a la figura de Cristo, con su naturaleza de hombre – Dios, su destino e historia. Cristo es la norma, la regla, el camino y el ejemplo, la medida y el estilo que todos los cristianos debemos imitar. No podemos ser hoy en este mundo y con el empuje y la controversia que han creado los medios de comunicación a ser católicos tibios o damos el 100% o no demos nada. Debemos tener una actitud católica de amar a las Iglesia, de apoyar a la jerarquía según el contenido del primer mandamiento: con todo el corazón, con toda el alma y ponerle a nuestras obras de caridad y a nuestra oración una gran dosis de pasión.

Los grandes maestros espirituales del pasado querían excavar el pozo de agua viva que e Cristo: querían subir a la montaña de las bienaventuranzas en busca de la imagen visible del Dios de todas las consolaciones; se forzaban por meditar “en la prisión bienaventurada del corazón” la palabra de Cristo, que es el verbo eterno de Dios.

Hoy en esta sociedad tan agresiva a la religión es necesario despojarse del hombre viejo y revestirse del hombre nuevo, que es Cristo Jesús. Nuestra tarea de mostrar un Cristo vivo es trabajo en equipo y aprender a caminar y a sostenernos con los pies de barro del Divino Maestro.

martes, octubre 05, 2010

Libro del Padre José Eugenio Hoyos todo un éxito

Por Karla Alemán

“Bendecidos, Sanados y en Victoria” es el titulo de una de las recientes publicaciones del Padre José Eugenio Hoyos, Director del Apostolado Hispano de la Diócesis de Arlington y Director de la Renovación Católica Carismática en Arlington, Virginia.

La primera edición de este libro estuvo a cargo del imprenta “Insti Printing” de Annandale, Virginia y la segunda edición de la corporación del centro carismático “Minuto de Dios” en Bogota, Colombia.

El Padre José Eugenio Hoyos nos comenta que lo que lo motivo a escribir este libro fue “el poder constatar y ser testigo por mas de 25 años de la cantidad de testimonios impresionantes de sanación y liberaron en las Misas de Sanación y en retiros y eventos espirituales”. Pues según el “estamos viviendo acontecimientos privilegiados del poder de la oración y la acción del imposición de manos, donde Cristo actúa directamente dando sanación a los enfermos con enfermedades terminales como: cáncer, tiroides, depresión, SIDA, artritis, diabetes, problemas de corazón, próstata, colon, pulmones, pancreas, migrañas, problemas matrimoniales, drogas, y hasta infertilidad.

Hemos observado como centenares de niños de madres o padres infértiles gracias a la acción del Espíritu Santo ahora en las Misas de Sanación muestran con alegría y agradecidos por sus creaturas como regalo de la vida. Se están volviendo a repetir los prodigios de un nuevo Pentecostés. Cristo esta vivo y extiende su mano poderosa para despertar su fe a los creyentes y no creyentes con signos prodigiosos y multitud de sanaciones.

Cristo el Nazareno ha venido en toda su gloria a sanar a los enfermos y lo sigue haciendo hoy con más fuerza porque Él es el mismo ayer, hoy y siempre. Hasta los médicos y científicos se han dado cuenta que con la ayuda de la oración y la invocación del Espíritu Santo los pacientes se recuperan y sanan rápidamente.

Las librerías Minuto de Dios de Colombia estará distribuyendo libros en las sedes de Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador, Panana y todo Colombia.

En Estados Unidos la primera edición se ha agotado en los Angeles, Puerto Rico y Nueva York. Pero este viernes 8 de octubre desde las 7:00pm se realizara el lanzamiento oficial del libro “Bendecidos, Sanados y en Victoria” (para el área metropolitana de Washington) en el Burke Hall de la Catedral de Santo Tomas Moro: 3901 Cathedral Lane, Arlington, VA 22203. Para pedidos puede llamar al 703-841-3883 o 703-841-3866 o apostolado@arlingtondiocese.org

lunes, octubre 04, 2010

ARECIBO PUERTO RICO LLENO DE BENDICIONES

Rev. José Eugenio Hoyos

Una ciudad preciosa cerca al mar se encuentra la histórica población de Arecibo con gente muy amable, de mucha fe y muy laboriosa. Esta ha sido una gran oportunidad para compartir un retiro de dos días de SANACION y LIBERACION. Con una nutrida asistencia de personas que desde muy temprano viajaron desde distintas ciudades y pueblos de la Isla del encanto.

Muchos de estos hermanos no solo andan buscando la sanación de Cristo sino también la de tener un encuentro espiritual mas profundo con el creador. Aquí era Jesús que nos llamaba a una cita diferente a que compartiéramos su regalo de amor y compasión. La verdad abra el camino y no puede ser vencida por nada. San Pablo lo experimento cuando lo habían puesto preso. ¡Esta esa la buena noticia, decía desde la cárcel, que yo predico y por la cual sufro y estoy encadenado como un malhechor! Pero la palabra de Dios no esta encadenada. La palabra de Dios tiene fuerza propia, la predicación de la palabra, los retiros espirituales y todo evento religioso es de suma importancia para el hombre de hoy pues nuestra gente vive llena de temor, ansiedad, miedo zozobra, depresión, desconfianza, dudas y necesita no solo la sanación sino liberación por parte de Cristo.

El Profeta Jeremías en su tiempo tuvo que soportar la misma incomprensión de su pueblo cuando les advirtió en el nombre de Dios que iban a ser desterrados a Babilonia. Sus adversarios trataron de matarlos, en este momento el joven profeta se aferra a Dios y decía: “El Señor esta conmigo, como un guerrero terrible, por eso mis perseguidores troperazan y no podrán prevalecer”. Después de cada retiro de sanación pidámosle al señor que nos de la alegría del reino por anticipado para poder testimoniarlos entre nuestros hermanos sin miedo. Muchos testimonios maravillosos regaló Cristo a los asistentes en el retiro de Arecibo y continúa la gran lista de sanciones como cerramiento de amor para aumentar la fe en los católicos hoy en día. Este debe ser un llamado a echar “mano a la vida eterna”. Dios no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). Con temperaturas calientes y húmedas en Arecibo se alabó, se gozó en el Espíritu Santo. Pues también estuvimos; “Bendecidos, Sanados y en Victoria”.




Si usted desea ver mas sobre el retiro, por favor ir a http://www.circulodeoraciondehatillo.com/