viernes, marzo 04, 2016

Importancia de los Grupos de Oración en la Renovación Carismática

Por José Eugenio Hoyos


La Renovación Carismática ha jugado un papel muy importante en la promoción e invitación a que las comunidades se unan a orar, alabar y a vivir el evangelio en plenitud.

Los grupos de oración ayudan a los creyentes Católicos a tener diversas formas de cómo realizar una oración o una alabanza de una forma más efectiva.

Podríamos llamar también a los Grupos de Oración Carismática: “Grupos Intercesores” pues cuando estos grupos están en oración intensa están produciendo un contacto más personal con Jesucristo, hay derramamiento de dones y carismas y es cuando más personas indirectamente reciben sanaciones, conversiones, unciones y liberaciones. Es en esos momentos donde trabaja y se manifiesta con fuerza el poder del Espíritu Santo. Cuando en una parroquia el Párroco o los Sacerdotes apoyan u oran con los Grupos de Oración es donde encontramos parroquias más sanas y más vivas.


Las reuniones de las primeras comunidades eran también asambleas de oración, de alabanza, de acción, de gracias y de peticiones, ya sea en el Templo, ya sea en casas particulares. “Por medio de la oración los Cristianos permanecían unidos entre si y a Dios.” (Hechos 5, 12) Y se fortalecían en el momento de las persecuciones (Hechos 4, 23-31) El Espíritu Santo también hacía sentir sensiblemente su presencia, llenando de fuerza a los creyentes y avivando a los Apóstoles para continuar con la predicación de Jesús.

Cada Grupo de Oración con una buena instrucción doctrinal Católica, con el conocimiento y práctica de las Sagradas Escrituras, con una buen llevada oración y con gozo en la alabanza y en la práctica y participación de los ministerios de la Iglesia se convierten en los pulmones sanos y vivos de la Iglesia. 


miércoles, marzo 02, 2016

Predicadores Carismáticos Llenos de Carismas Misericordiosos


Por José E Hoyos


Cada Carismático que quiera predicar y anunciar la palabra de Dios debe vivir con pasión el Evangelio y ser una persona llena de Fe y perseverante en la oración acompañada de las obras de Misericordia.

El predicador sea Sacerdote, Obispo, religioso(a) o laico debe ser un verdadero testimonio viviente pues más que la elocuencia, su buena voz, su conocimiento de las Sagradas Escrituras es el Carisma y la Santidad que arrastran multitudes a los pies de Cristo.

El predicador Carismático debe ayudar a formar y fortalecer a las comunidades a ser centro de unidad de comunidades nuevas y llenas del fuego del Espíritu Santo.


Cada predicador Carismático debe promover en su predicación la cultura de Pentecostés, la identidad y espiritualidad de la RCC.

No debe olvidar que en cada comunidad Carismática se debe dar a conocer la obra del Espíritu Santo, trayendo a los creyentes dones, carismas y diversidad de ministerios.

El término que San Pablo utiliza con más frecuencia para designar los dones del Espíritu Santo es “CHARISMA” que significa don gratuito. El término “CHARISMA” se encuentra en el Nuevo Testamento 17 veces, 16 veces en San Pablo y una en 1 Pedro 4, 10.



El documento de Malinas describe el “Carisma” como,  un don interior, una aptitud liberada por el Espíritu, revestida de fuerza por El, y puesta al servicio de la edificación del cuerpo de Cristo.

La RCC sin pretender tener el monopolio de las Carismas, se interesa vivamente por ellos, desea reintroducir no solamente algunos dones, sino la gana de carismas en toda su amplitud, incluyendo aun aquellos que parecían carecer de actualidad: “Palabra de sabiduría, palabra de ciencia, Fe, carisma de sanaciones, poder de milagros, profecía, discernimiento de espíritus, diversidad de lenguas y don de interpretarlos.

El predicador Carismático debe ponerle pasión y ser un convencido que el que predica no es el sino el mismo Cristo Jesús. La Iglesia necesita más predicadores Católicos y sin miedo de anunciar la salvación y la conversión.