El Diario de Hoy
Lunes, 14 de Abril de 2008
Un estricto dispositivo de seguridad se hacía sentir desde ayer en la ciudad capital
Miles de feligreses esperan con ansias la llegada del Papa Benedicto XVI, a quien recibirán con carteles y banderas como saludos a su paso por las diferentes arterias de la capital estadounidense, por donde se desplazará el papa móvil durante su visita pastoral de cinco días a Estados Unidos.
El Sumo Pontífice llega esta tarde a la base naval de la fuerza aérea en las afueras de Washington D.C., desde donde se desplazará hacia la nunciatura apostólica en Washington, donde descansará para retomar su apretada agenda de cuatro días en Washington y Nueva York.
Los preparativos previos a la llegada del Sumo Pontífice han demandado un alto nivel de organización entre todas las parroquias de las diócesis del Área Metropolitana de Washington.
El reverendo Eugenio Hoyos, director de la Diócesis de Arlington, Virginia, asegura que los feligreses de las parroquias que él pastorea en Virginia han diseñado todo un plan para hacer presencia y recibir a Benedicto XVI en su papel de pastor de la iglesia y como jefe de estado.
"Nuestras parroquias ya están listas y hemos organizado grupos numerosos de personas que estarán en puntos estratégicos por donde se desplazará el Papa desde que llegue al aeropuerto hasta su despedida", dice Hoyos.
Sin embargo, por razones de seguridad, los organizadores y el Servicio Secreto que custodiará al Pontífice no habían revelado la información sobre las calles y avenidas por donde transitará el papa móvil en Washington; las rutas supuestamente iban a ser reveladas hasta la tarde de ayer.
Lea Salinas, salvadoreña que se congrega en la Iglesia de San Antonio de Padua, en Falls Church, Virginia, asegura que la parroquia solo recibió 200 "tickets" que fueron rifados entre la comunidad cristiana, cuyo número supera los cinco mil, a contar por los feligreses que acuden a misa cada domingo.
"Nosotros estamos buscando la información por donde será el recorrido del papa móvil para verlo aunque sea de una esquina en alguna calle (…) mis papás llegan mañana de Miami sólo para ver al papa", afirma Salinas.
Contra la visita
Los opositores a la presencia de la cabeza de la iglesia tampoco dejarán pasar la ocasión para hacerse notar. Desde ayer, la policía estaba alerta para contrarrestar las manifestaciones que surjan en contra de la visita del Papa Benedicto XVI.
En la tarde de ayer lunes, decenas de manifestantes se concentraron por la Calle Penssylvania, cerca de la Casa Blanca para expresarse en contra del pontífice por los errores de algunos ministros y el conocimiento de la iglesia.
Según el reverendo Hoyos, esas manifestaciones de rechazo han sido consideradas de antemano por la iglesia, pero que no logran trascender más allá de aprovechar los efectos mediáticos en la visita del Sumo Pontífice.
"Ese es un punto que se estaba esperando, van a salir a las calles los grupos de protesta por los casos de abuso sexual en niños, que no sólo es de la iglesia católica, pero que el papa sabe de ese tema y no ignora; pero también aprovecharán otros grupos como los que apoyan el aborto, porque la iglesia se opone", comenta el padre Hoyos.
Además de los saludos a Benedicto XVI, otros expondrán su talento en la elaboración de alfombras de aserrín, como el caso de un grupo de guatemaltecos que se congregan en la parroquia San Antonio de Padua, quienes diseñarán una larga alfombra a la entrada del Centro Juan Pablo II, en el campus de la Universidad Católica, donde el pontífice se reunirá con líderes de otras iglesias.
Desde ayer, el tráfico por diferentes calles y avenidas de la capital estadounidense estaba regulado.
Algunas arterías serán cerradas para resguardar la seguridad del Papa y de miles de feligreses que esperan su llegada.
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