No hay duda que Cristo con su poder
dado por Dios esta sanando cualquier tipo de enfermedad tanto del cuerpo como
del alma.
Lo estamos viendo en todas partes del
mundo y a todo el momento. En las Misas de Sanación en vigilias, en eventos Carismáticos
estamos viendo que la mayoría de enfermos por los que estamos orando no solo
pacientes de cáncer sino personas con depresiones severas o que están sufriendo
de estrés o ansiedad.
A la depresión o a la ansiedad hay
que ponerles mucha atención pues ellas arrastran y traen más enfermedades y con
consecuencias terribles.
Lógico que la mejor medicina para un
paciente con síntomas de depresión es acercarlo a Cristo a través de la Oración
y la alabanza.
La lectura frecuente de las Sagradas Escrituras
es un poderoso puente sanador y
liberador de la mente y conectan efectivamente la mente con el Espíritu; no
podemos olvidar que las preocupaciones y el alejamiento de las personas de Dios
debilitan el alma y enferman el Espíritu.
La depresión y la ansiedad pueden
afectar a todos sin importar la edad, condición económica, raza etc.
Si usted siente pereza o desgano en
todo momento, sueño permanente, se siente pesado, no quiere bañarse ni
arreglarse, no siente entusiasmo para nada, un temor o miedo constante, deseo
de estar solo en todo momento y la vida la ve sin sentido; usted está en depresión
y la ansiedad está acabando con su vida.
Le aconsejo busque inmediatamente un
grupo de oración, vaya ante el Santísimo y Ore cada día por más de media hora,
salga a caminar, vaya al gimnasio, escuche canciones y alabanzas cristianas Católicas
y respire invocando el nombre del Espíritu Santo y cúbrase cada día al
levantarse con la sangre y las llagas de Cristo. Que con Cristo hay sanación inmediata
de depresión.
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