Por Rev. José Eugenio Hoyos.
Acaban de pasar las elecciones presidenciales en el territorio Estadounidense dando un triunfo definitivo al actual Presidente Barack Obama.
Sin meterme en política pues no es mi estilo ya que mi política es anunciar el Reino de Dios y mi único líder es Jesucristo; eso no me quita el derecho de opinar sobre mi gente indocumentada. En los Estados Unidos cerca de 12 millones de seres humanos que continúan en limbo migratorio.
Con otro periodo presidencial del presidente Obama, con él o sin él la lucha por una reforma migratoria tiene que seguir con más fuerza. Ya han pasado varios años de su mandato presidencial y la agenda con los inmigrantes esta totalmente ignorada. La reforma migratoria sabiendo que es urgente solo ha quedado en promesas, promesas y promesas.
Como ciudadano Norteamericano no desconozco que el Presidente Barack Obama, recibió en su gobierno la secuela de 2 guerras, la peor crisis financiera después de la depresión, un planeta que se esta deteriorando por el calentamiento global, el desempleo y hace unos pocos días antes de las elecciones la amenaza en el área del huracán Sandy.
En su primer discurso como Presidente reelecto de los Estados Unidos ha confesado ante la opinión pública que “llega más resuelto e inspirado y con un mensaje de esperanza. Aunque el camino haya sido duro, aunque el viaje haya sido largo, el país se ha levantado ha seguido adelante y sabe que lo mejor esta por llegar, nos une la creencia de que cada uno puede lograr sus sueños personales, somos una familia Estadounidense y nos caemos y nos levantamos juntos como un pueblo”
Si esos son sus sueños yo también quiero que esos sueños se hagan realidad. Quiero soñar en este nuevo mandato presidencial con una reforma migratoria justa (No mas mentiras, ni promesas) pues él habla de esperanza hay que devolverle la esperanza de un mejor mañana a cada inmigrante que lleva una larga y penosa espera (No olvide señor Presidente que en su gobierno hemos tenido el mayor numero de deportaciones en toda la historia de América).
Sueño también que en este gobierno que sus programas de salud respeten la vida y no se patrocine una cultura de la muerte; que se cambien en sus discursos las palabras de guerra por Oraciones hacia Dios. Y a Dios le pido que nuestro Presidente Obama esté “más resuelto e inspirado en la ley de Dios” y más resuelto y sin miedo a aprobar una reforma inmigratoria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario