Arlington Catholic Herald
9 de julio de 2009
San Juan María Vianney, conocido como el Cura de Ars, ha sido tomado como modelo por el Papa Benedicto XVI para el Año Internacional del Sacerdote. Estas son algunas de las frases célebres del Santo Cura de Ars:
- El hombre había sido creado para el cielo. El demonio rompió la escalera que conducía a él. Nuestro Señor, por su pasión, ha construido otra para nosotros. La Santísima Virgen está en lo alto de la escalera y la sostiene con sus manos.
- ¿Por qué no somos capaces de beneficiarnos más del Sacramento de la Penitencia? Porque no buscamos todos los secretos de la misericordia del Buen Dios, que no tiene límites en este Sacramento. Cuando vamos a confesarnos, debemos entender lo que estamos haciendo. Se podría decir que desclavamos a Nuestro Señor de la Cruz. Algunos se suenan las narices mientras el sacerdote les da la absolución, otros repasan a ver si se han olvidado de decir algún pecado…cuando el sacerdote da la absolución, no hay que pensar más que en una cosa: que la sangre del Buen Dios corre por nuestra alma lavándola y volviéndola bella como era después del Bautismo.
- Por una blasfemia, por una mal pensamiento, por una botella de vino, y por dos minutos de placer perder a Dios, tu alma, el cielo… para siempre! Hijos míos, si veis a un hombre levantar una gran hoguera, apilar la leña, y le preguntáis que es lo que hace, os responderá: Preparo el fuego que debe quemarme. ¿Qué pensarías si vierais a este mismo hombre aproximarse a la llama de la hoguera y, cuando está encendida, echarse dentro? ¿Qué diríais?... Al pecar, eso es lo que nosotros hacemos. No es Dios quien nos hecha al infierno, somos nosotros por nuestros pecados. El condenado dirá: he perdido a Dios, mi alma y el cielo: y es por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa! ¿Se levantará para volver a caer?
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