Por Fidel Hurtado-Zapata
Como preparación para el tiempo litúrgico de Adviento,
recientemente se celebró el sábado de milagros en el Teatro “United Palace” de
Nueva York este evento organizado por los Misioneros de Jesus de Nueva York.
Tuvo como predicadores principales al
Padre Pedro Núñez de EWTN, al Padre Jose Eugenio Hoyos, asesor de la RCC de
Virginia, al Padre Ameth Moreno de Panamá y al hermano Neil Vélez. Con una gran
asistencia se llevó a cabo este evento entre alabanzas y poderosas predicas
donde el público asistente pudo disfrutar, orar y reflexionar.
El padre Jose
Eugenio Hoyos hablo a los carismáticos pidiéndoles mantenerse en asidua
oración y en realizar obras de
misericordia para preparar el camino del nacimiento del Mesías, este es un gran
momento para abrir nuestros corazones a Cristo. Luego el Padre Hoyos en la
homilía de la Santa Misa dijo: “Toda herida es una abertura que se deja para
que el mal actué y por tanto toda herida debe ser sanada por un proceso de
sanación interior. Toda herida que no es curada produce ataduras y privación de
la existencia, toda herida atrae enfermedades a nuestros cuerpos cuando hay
ausencia de oración y de sacramentos. Encontramos en diferentes eventos a nivel
internacional, personas heridas en su memoria por acontecimientos o tragedias
del pasado, que necesitan sanarse porque esta lesión del profunda ha traído
tenores, rencores, y tristezas”.
Jesus ve en el pecado una trasgresión de la voluntad
divina expresada en los mandamientos. Su origen radica en el corazón, facultad
espiritual de la persona humana, fuente de sus acciones conscientes: “pues yo
os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio en su
corazón” (Mateo 5-28). El tiempo de Adviento nos da una gran oportunidad de
arrepentimiento y es una gran invitación a la conversión. Cristo ya llega…
preparemos el camino.
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