miércoles, diciembre 19, 2007

Navidad en El Rosario

David Marroquín
El Diario de Hoy
Martes, 18 de Diciembre de 2007

La sonrisa que se le dibujaba en su rostro reflejaba la alegría con la que Carlitos, un niño de 6 años, vivía la fiesta que la fundación benéfica "Marcelino, Pan y Vino" (Mapavi), llevó este domingo a más de un centenar de niños del cantón El Rosario en Dulce Nombre de María, Chalatenango.

Al frente de la caravana de 40 voluntarios estaba el padre Eugenio Hoyos, fundador de la referida entidad quien viajó desde Washington D.C., Estados Unidos, para llevarles momentos de diversión a los pobladores de esa comunidad. Juguetes, piñatas, refrescos, golosinas, hot dogs (perros calientes), y útiles escolares fueron repartidos entre los niños del referido cantón.

Carlitos, como la mayoría de los infantes y adultos que asistieron al agasajo, recibió por primera vez una celebración tan significativa de parte de entidades altruistas. "Nunca nos habían traído una celebración así", dijo Víctor Urbina, de 58 años y oriundo de El Rosario.

El padre Hoyos destaca la importancia de compartir lo que se tiene con los más necesitados en esta época del nacimiento del niño Jesús. "Dios nos da en abundancia y tenemos que compartir lo que tenemos si queremos vivir en paz. Tenemos que llevar una sonrisa, por ejemplo, a lugares donde la ayuda no llega, expresó.

La mayoría de los voluntarios vinieron desde ciudades como de Pennsylvania, Los Ángeles, San Francisco en Estados Unidos; y Toronto, en Canadá.

"Esto es lo que significa la Navidad, darle a las personas que no tienen o que tienen menos que nosotros", dijo Daniel Benedict, voluntario quien vino acompañado de su esposa y su hija.


Se inicia un programa de ayuda
El Diario de Hoy
Martes, 18 de Diciembre de 2007

La celebración de la Navidad es sólo el inicio de un ambicioso plan de desarrollo que prevé la Fundación Marcelino, Pan y Vino (Mapavi) para el cantón El Rosario.

El fundador de la referida entidad benéfica, padre Eugenio Hoyos, sostuvo que El Rosario está contemplado dentro de las cinco comunidades rurales que serán beneficiadas con obras de desarrollo social. "Ahora empezamos con juguetes y útiles escolares, el día de mañana será algo más grande; becas, que serán cosas que les van a servir a los muchachos para su superación; construir escuelas, dotación de equipos modernos a las escuelas".

Hoyos agregó que también existen proyectos de " traer mano de obra para que los muchachos puedan aprender manualidades que les pueda servir a ellos, como panadería y costurería".

Las otras cuatro comunidades que serán beneficiadas se ubican en Pasaquina, Jiquilisco, Sonzacate e Izalco.

El religioso aseguró que en esos lugares ya comenzaron a realizar los diagnósticos de necesidades sociales que requiere la población de esos cantones.

Los proyectos serán presentados a organismos internacionales para que puedan ser financiados y ejecutados.

El religioso sostuvo que "si a la gente se le da nuevas formas para trabajar, no va a delinquir, lo que estamos haciendo es formar familias solidarias, enseñarles a compartir y que en el futuro puedan autosostenerse".

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