Por Rev. José Eugenio Hoyos
Es aplaudible, enriquecedor y da gran alegría ver a las multitudes de jóvenes participando en las misas de sanación, eventos religiosos, grupos de oración carismáticos, vigilias o en concursos de canción carismática. La juventud retorna y elige como su héroe e ídolo favorito la figura y persona de Jesucristo. El es en realidad hoy en día la SUPER ESTRELLA.
La mayoría de los jóvenes están participando más y más en los grupos carismáticos guiados por el poder del Espíritu Santo, porque allí encuentran la verdadera renovación espiritual, el encuentro personal con Cristo, la bienvenida sincera de la familia carismática. Ellos, los jóvenes, se sienten libres y liberados de la esclavitud de un mundo seductor, de las pasiones del consumismo y de las diversiones profanas y sin ningún valor. En la renovación carismática encuentran las respuestas al vacío espiritual y se dan cuenta que la vida vale la pena vivirla a plenitud y que la Iglesia si tiene sentido y cabida para el joven.
La Renovación Católica Carismática les da la gran oportunidad para que los jóvenes se expresen y se comuniquen libremente, convirtiéndose en los grandes protagonistas de la renovación juvenil religiosa. La juventud, de manera irremediable, será siempre un hecho de vida milagrosa y de complejificación, como todo lo trascendente del universo que es indescriptible e indefinible.
Hay que pensar, con muy buenas intenciones, que es un vuelco total del espíritu, del medio ambiente, de nuestra elevada cultura, cifrada en la reverente creencia en Dios y en las bondades de este universo que nos surte de infinitos paisajes espirituales. Para afirmar estos juveniles propósitos, elevemos el corazón con esta plegaria de reconocimiento: Todo cambia, todo fluye, todo es devenir, menos Dios, ser absoluto, primera causa y supremo hacedor, cuya excelsitud infinita seguirá ordenando enteramente la cotización de la vida y dirigiendo la energía inteligente que el insufló al espíritu universal, dándole esplendidez a la mente, a los sentimientos y a la voluntad para el disfrute y la gratitud de quienes somos fervorosos hijos(as) acá en la tierra. Cree en la luz de la verdad, en el poder del Espíritu Santo, en la magia del amor y el aliento de la esperanza. Cree hoy y siempre porque todo lo puedes esperar de la fe y nada puedes esperar de la duda. ¡La Juventud Carismática Tiene la Palabra!
Foto: Dos jóvenes carismáticas ayudan en la distribución de agua en la Misa de Sanación en la Parroquia de La Preciosa Sangre en Culpeper, Virginia.
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