Por Padre José E. Hoyos
Para el Catholic Herald
13 de marzo de 2008
La música ha sido por muchas generaciones un gran regalo de Dios. Cada día de la creación en el génesis tuvo un sonido musical. En el Antiguo Testamento encontramos grandes episodios musicales como el cantar de los cantares y los salmos, y no podemos olvidar el Rey David y si le damos una mirada de forma celestial no puede faltar los sonidos de las flautas, los violines y las harpas interpretadas por la legión de ángeles, arcángeles y serafines.
Un bello ejemplo de buena música inspirada en Dios y en la naturaleza es la música clásica, la gregoriana y la barroca. La música de súper aprendizaje barroca lenta de 60 compases abre un canal de comunicación con la mente subconsciente, expande la memoria y armoniza los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro. Relaja el cuerpo y depierta la mente. Es realmente música de súper memoria.
Las investigaciones demuestran que para oír música de alta frecuencia durante un cierto tiempo, el cerebro parece armonizarse, cargarse de energía y hacerse mas agudo. Entonces comienza a enviar señales correctas al resto del sistema y la tranquilidad empieza a reemplazar inquietud. Todo el ser se ve revitalizado.
Además que la terapia musical mejora la memoria, también puede potenciar la salud y expandir nuestra potencialidad y creatividad. Todos estos poderes de la música buscados durante largo tiempo, se encuentran preparados y disponibles para ayudarnos en la actualidad. Solo escuchándolos, piden proporcionar una ruta sin esfuerzo hacia nuevas oportunidades. Investigaciones hechas con animales, plantas y seres humanos han demostrado poderosa influencia de la vibración musical sobre los organismos, inclusive sobre la materia inerte.
Esto lo sabían los antiguos y aplicaban terapias musicales a los indebidos que mostraban algún trastorno. La música desempeña un papel importante en todas las sociedades y existe en una gran cantidad de estilos, característicos de diferentes regiones geográficas o épocas históricas.
Todas las culturas han desarrollado su propia música, pero solo algunos lenguajes tienen una palabra específica para ella. Los musulmanes no consideran la entonación del Coran como un tipo de música, aunque la estructura del canto es similar a la del canto profano.
Hay diferencia de opinión respeto a los orígines y el significado espiritual de la música. En ciertas culturas africanas esta considerada como algo exclusivo de los seres humanos; entre algunos pueblos Indígenas Americanos se cree que se originó para comunicarse con los espíritus. En la cultura occidental, la música se considera algo inherentemente bueno y agradable.
La música sagrada es nuestra comunicación directa con Dios. Escuchemos buena música. Música no es ruido. Música son sonidos agradables al oído y al espíritu. Inculquémosle a nuestros hijos esta semilla de bien que une a los pueblos y que revitaliza el espíritu de los buenos.
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