jueves, junio 19, 2008

"Ha sido un año muy doloroso"

El Diario Occidente
19 de junio de 2008

El dolor no se apaga después de pasado un año. En los rostros de los familiares de los once ex diputados asesinados por las Farc aún se observa la sombra del sufrimiento dejada por cinco años de cautiverio y el trágico desenlace de sus seres queridos.

En Cali, Bogotá y otras partes del país, no podían faltar los actos que rememoraron ayer un año de la tragedia, porque para los familiares de los secuestrados, no sólo de los ex diputados sino de otros que están en poder de las Farc, es un hecho que no puede caer en el olvido.

Desde todos los rincones de Colombia se escuchó una plegaria: que liberen a Sigifredo López, único ex diputado del Valle que aún sigue secuestrado, a Ingrid Betancourt, y a los demás secuestrados.

En la Plaza de San Francisco de Bogotá, el padre Darío Hoyos ofició una misa con la presencia de ex secuestrados en la que clamó por la liberación. Once velas encendidas simbolizaron los once políticos inmolados y una más grande a Sigifredo López y los demás secuestrados.

En Cali se desarrollaron diversas actividades con la asistencia de personalidades de la región.

“Que los liberen”

Las actividades en la capital del Valle arrancaron con una misa a las 12 del mediodía, en la Iglesia Catedral, a la que asistieron Clara Rojas, Luis Eladio Pérez, entre otros secuestrados que hoy están libres.

Durante la ceremonia religiosa, el padre José González recordó a los doce ex diputados, los demás secuestrados y clamó por el pronto regreso de Sigifredo.

La misa de las 3:00 de la tarde estuvo menos concurrida, pero igual de dramática. Allí se hicieron presentes los familiares de Jairo Hoyos, así como los diputados a la Asamblea en cabeza de su presidente Rubiel Muñoz, otros familiares y amigos.

En una sentida homilía hecha por Eugenio Hoyos, hermano del ex diputado secuestrado Jairo Hoyos, quien vino desde Washington para oficiar la misa del primer año, reiteró la petición por la libertad de todos los secuestrados. Eugenio Hoyos, en un sentido discurso, recordó a su hermano y rechazó la violencia y el derramamiento de sangre en Colombia.

"Ojalá algún día sepamos lo que pasó con los diputados, pues los familiares tenemos muchas dudas", dijo el sacerdote. Así mismo, agregó que "a los colombianos nos miran de reojo en el exterior, pero lo que nos enorgullece es que estamos ganando esta guerra".

Al final de la misa, el presidente de la Asamblea, Rubiel Muñoz, uno de los diputados que se salvó del plagio, se dirigió a los asistentes y dijo que "no podemos dejar pasar por alto una fecha como esta, para conmemorar con dolor y tristeza, pero con una esperanza muy grande, de saber que hay unidad familiar, que hay solidaridad de parte de los amigos y tenemos que seguir luchando por la patria que nos vio nacer y especialmente por este Valle del Cauca".

También reclamó la libertad de Sigifredo López "porque lo esperamos vivo, como se lo llevaron un día de la Asamblea, junto con los once compañeros muertos".

Placas

Al caer la tarde se desarrollaron dos actividades más. La una fue la colocación de una placa en el Ecoparque de los Diputados, que próximamente será entregado por la CVC como un homenaje a los inmolados. Allí estuvo la mayoría de los familiares presentes.

Así mismo, en la fachada del edificio de San Luis, en una sencilla ceremonia, se descubrió una placa con los nombres de los ex diputados inmolados. Posteriormente, se ofreció un concierto de violín en el recinto de la Asamblea. En horas de la mañana, muchos familiares visitaron las tumbas de sus seres queridos. En otros municipios del Valle también se llevaron a cabo misas.

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