Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Si le preguntáramos con honestidad y respeto a Dios, de que es lo que más le sorprende de la humanidad, sería muy interesante conocer sus respuestas. Pero sí estoy más que seguro que Él nos respondería de tres formas: la primera, la falta de fe y de incredulidad de la gente; la segunda, la falta de amor y de esperanza; y la tercera, muy probablemente nos respondería, a que se aburran de ser niños y que quieran crecer tan rápido, para después desear ser niños otra vez.
Ser niño es desintoxicar tu mente y corazón de aquello que te impide un libre vuelo, comenzando con el “no puedo”. Siempre que digas “si puedo” aunque no sepas como, podrás, porque las ideas, pensamientos y posibilidades están y entran siempre en tu entorno, solo basta que inicies su búsqueda. Gutenberg, junto un acuñador de monedas con un lagar y obtuvo la imprenta. Dalí, junto los sueños con el arte y nació el Surrealismo. Newton, junto las mareas con la caída de una manzana y formuló la Teoría de la Gravedad. Darwin, junto las catástrofes humanas y la proliferación de las especies y obtuvo la Teoría de la Selección Natural. Hutchins, junto un timbre con un reloj y obtuvo el despertador. Lipman, junto el lápiz con el borrador y resulto un lápiz con borrador. Edison, unió el polo positivo con el negativo, y alimentados de una fuerte fuente energética obtuvo la electricidad y la luz eléctrica. Leonardo Da Vinci, primero en pintura e imaginación, y luego los hermanos Wright en la realidad fabricaron el primer aeroplano y pasaron tremendo susto al volarlo durante algunos minutos. Alguien amarro un alambre o cordón de un extremo a otro y logro el tendedor de ropas. Y así cada facilidad humana que hoy disfrutamos, ha tenido un origen en la curiosidad y creatividad de una persona. La mayoría de los niños por su curiosidad son grandes inventores, ellos están llenos de muchos recursos. “Os aseguro que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en el” (Lucas 18-17).
Foto: Un estudiante muestra su proyecto científico en el colegio St. Francis Academy en New Jersey.
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