Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
28 de agosto de 2009
Se ha puesto usted a pensar que gracias a las personas ingeniosas, creativas y súper curiosas ahora la humanidad puede gozar de innumerables inventos que nos han ayudado a que nuestra vida cotidiana sea más llevadera. Las ideas, pensamientos y posibilidades están y estarán siempre en tu entorno, sólo basta que inicies su búsqueda.
Newton juntó las mareas con la caída de una manzana y formuló la Teoría de la Gravedad. Gutenberg juntó un acuñador de monedas con un lagar y obtuvo la imprenta. Darwin juntó las catástrofes humanas y la proliferación de las especies y obtuvo la Teoría de la Selección Natural. Hutchins juntó un timbre con un reloj y obtuvo el despertador. Lipman juntó el lápiz con el borrador y resultó el lápiz con el borrador.
Edison unió el polo positivo con el negativo y alimentados de una fuerte fuente energética obtuvo la electricidad y la luz eléctrica. Leonardo Da Vinci, primero en pintura e imaginación, y luego los hermanos Wright en la realidad, fabricaron el primer aeroplano y pasaron tremendo susto al volarlo durante algunos minutos. Alguien juntó un palo con un trapo y nació el trapeador; fregasuelo, limpia pisos, greña, etc. Alguien amarró un alambre o cordón de un extremo a otro y logró el tendedor de ropas. Alguien juntó el fuego y la comida y resultó en la culinaria. Y así cada facilidad humana que hoy disfrutas, ha tenido un origen en la curiosidad y creatividad de una persona.
Los problemas son entonces reales en cuanto se presentan como desafíos, pero son inexistentes en cuanto que para una solución existen inimaginables alternativas. Sólo necesitas echar a volar tu imaginación y creatividad. La creatividad en el orden tecnológico y material la realiza tu intelecto, el hambre que tienes de ser un gran personaje, de sobresalir socialmente, de acumular riquezas y bienestar. Pero para que tu inteligencia trabaje en la creación de nuevos inventos y proyectos, debes escuchar la voz de Dios que te llama a perfeccionar su obra en el mundo; al prójimo que te demanda socorro y solidaridad en su necesidad de paz y de pan; a la naturaleza que te pide auxilio para ser rescatada y protegida. Si “pensar es poder” (Francis Bacon), ser creativo es saber que tú puedes y puedes porque crees en ti. ¡Cree en ti y ya puedes!
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