Han sido inolvidables estos 25 años de servicio sacerdotal, me he sentido orgulloso y feliz de desempeñar esta labor pastoral entregado en mis manos desde el día de mi ordenación. Ha sido una labor maratónica pero ha valido la pena, en estos días he hecho un análisis y una reflexión sobre mi apostolado y puedo decir que han sido años guiados por el Espíritu Santo y por el amor de la gente que unida en oración me ha acompañado en la realización de obras de caridad y de amor al prójimo.
Solo basta recordar cuantos Bautismos, Primeras Comuniones, Confirmaciones, Matrimonios y Funerales; cuantas marchas por la defensa de los derechos civiles, por una reforma migratoria etc. Cuanta presencia de Cristo Resucitado en las Misas de Sanación e intercesión de la Renovación Carismática cuanta alegría de ver crecer y progresar a la familia inmigrante y de ver caminar con pasos firmes a una Iglesia descalza y triunfante.
Pero lo más maravilloso es proclamar el Evangelio de un Cristo vivo y resucitado. Gracias por todas las manifestaciones de cariño a toda la comunidad local e internacional. Me siento feliz de ser cada día un buen sacerdote. Que Dios los bendiga siempre. De nuevo un millón de gracias por acompañarme en esta celebración de 25 años sacerdotales. Los espero este sábado 12 de septiembre a las 11:30 am en el gran concierto de corazones y Union Station Main Hall en Washington y luego a las 4pm en el estadio RFK en el estacionamiento 8 para recibir un reconocimiento del D.C. United en el mes de la Herencia Hispana.
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