Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
9/25/2009
El tema de la inmigración ha sido de suma importancia y preocupación constante para la Iglesia Católica, no solo en los Estados Unidos sino en otros países, especialmente en Hispanoamérica.
La Iglesia ha dado la sensación de haber guardado y volteado la cara al otro lado del problema, pero no es así. La Conferencia de Obispos de los Estados Unidos, por ejemplo, ha estado en contacto constante con los legisladores en el Senado y en el Congreso.
Varios eventos, conferencias y foros a nivel nacional se han dado para concienciar a la comunidad. Sacerdotes, obispos y religiosos se han pronunciado fuertemeente ante el oleaje antiinmigrante, y para que se apruebe una reforma moral y justa ante las leyes de inmigración. Pero no podemos olvidar que la Iglesia somos todos y que si en realidad somos cristianos debemos empezar a desarrollar nuestra sensibilidad social, no esperando que sólo la Iglesia u otras instituciones se manifiesten; nosotros mismos debemos tomar la iniciativa.
No podemos olvidar que el Presidente Obama nos prometió una reforma justa al sistema migratorio, pero no nos podemos quedar inmóviles, esperando que las visas o residencias permanentes bajen como maná gratis del cielo. Hay que despertar y entrar en acción, sin olvidar los rostros de los indocumentados que no pueden dejar insensibles ni a la conciencia creyente ni a hombres, mujeres con niños y ancianos en quienes alentarán sentimientos de humanidad, a quienes en los trabajos se les menosprecia o explota; que carecen de los conocimientos necesarios para hacer reconocer sus derechos, para darse a entender, para pedir ayudas que necesitan; impotentes para educar bien a sus hijos, desatendidos en caso de enfermedad; y hasta imposibilitados para morir con una muerte digna.
No puede negar Estados Unidos o cualquier país europeo que los inmigrantes contribuyen positivamente a dar un plus de riqueza económica y de índole cultural. No podemos callar más y la lucha debe continuar. Únete a nuestra cruzada mundial de oración por la reforma migratoria, pasa la voz en Facebook, Internet, MySpace o Hi5, o envía un texto con la palabra JUSTICIA al 69866.
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