Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
30 de octubre de 2009
Desafortunadamente los medios de comunicación y el comercio desaforado han tratado, con todo su bombardeo publicitario, de sacar nuestras tradiciones religiosas del calendario público. Y para eso ha tratado de influenciar sobre la infancia y los jóvenes con la fiesta de las brujas conocida como “Halloween.” No es que estemos prohibiendo que los niños se les explique esta celebración, pero por favor, padres de familia, díganles que los espantos, la hechicería y los brujos no existen, que son solo una fantasia.
Que su niño(a) le exige que quiere disfrazarse, pues déle el honor de que ese día sea un ángel, un santo, un pastorcito o represente a la naturaleza como regalo de Dios, vistiéndose de flores, animales, etc. Utilicemos la creatividad con disfraces que den mensajes y no ir a lo vulgar y a lo grotesco. Este es un tiempo para nosotros los católicos de origen hispano de sacar nuestras tradiciones del baúl de los recuerdos, quitarles el polvo del olvido y darle más sentido a nuestra tradición popular y a nuestras festividades con sabor cristiano.
No podemos olvidar nuestra gran riqueza católica al celebrar el 1 de noviembre, la fiesta de Todos los Santos, que tuvieron una vida ejemplar, así también los Santos Inocentes Difuntos. En varios países de Latinoamérica esta celebración religiosa es pequeña en comparación con el día de los muertos, dentro de las tradiciones se acostumbra realizar altares a los Santos dentro de las Iglesias, y muchas familias acostumbran realizar altares a sus niños muertos, ya sea dentro de sus casas o sobre sus lápidas en los cementerios.
Los altares son adornados con papel de muchos colores, mucha variedad de flores. Si el altar es para un niño se le ponen juguetes como carros, osos, muñecas, dulces, etc. En México, por ejemplo, después del Día de los Santos se celebra el día de los muertos (2 de noviembre). La celebración está llena de muchas costumbres. A las personas les gusta ir y llevar flores a las tumbas de sus muertos, pero para otros representa todo un rito que comienza desde la madrugada cuando muchas familias hacen altares de muestras sobre las lápidas de sus familiares fallecidos; estos altares tienen un gran significado ya que con ellos se cree que se ayuda a sus muertos a llevar un buen camino durante la muerte.
Hay símbolos muy interesantes en estos altares; cadenas de papel morado y amarillo que significan la unión entre la vida y la muerte. Papel picado que da colorido y alegría de vivir. Las flores son la bienvenida para el alma, la flor blanca representa el cielo; flor amarilla, la tierra y la morada, el luto. Velas que con sus llamas representan la Ascensión del espíritu. Llenzo blanco y Nuevo, que representa la pureza, el cielo. Incienso de copal, cuyo humo simboliza el paso de la vida a la muerte. Démosle fortaleza e importancia a nuestros Santos.
Foto: Altar, Día de los Santos Difuntos, España
1 comentario:
Juraria que esta altar es mexicano, nunca he visto algo asi en mi país, pero si en México, con las calaberitas de azúcar, las mariposas y esqueletitos colgando, además la virgen de atrás parece la de Guadalupe…pero quién sabe, puede que sea de inmigrantes. J.
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