Por el Padre José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
9 de octubre de 2009
En el retiro vivido hace a penas unos pocos días en Mayagüez, Puerto Rico hubo algo que me hizo recordar las enseñanzas y las sanaciones que el Padre Emiliano Tardiff realizaba a través de sus predicaciones que eran muy sencillas pero utilizadas por Dios. Cuantas sanaciones maravillosas que ocurrían y donde el poder de la oración y la intercesión de Cristo nos dejaban maravillados.
Hoy en muchos lugares del mundo a través de la Renovación Carismática Católica bien dirigida y orientada continua sucediendo lo mismo. Nada ha cambiado, el poder de la oración se manifiesta a través de la compasión y la misericordia del Nazareno de hoy, mañana y siempre: nuestro Cristo Resucitado.
La experiencia de Mayagüez lo dice una vez más, se sintió la fuerza del Espíritu Santo en cada Iglesia que tuvimos la Misa de Sanación y al instante que orábamos por la sanación de los enfermos. Cuantos que descansaron en el espíritu se levantaron como nuevos convertidos y llamados a un nuevo estilo de vida espiritual. Fueron tocados por las manos maravillosas del Alfarero.
Todavía resonaba en mi mente cuando venia en el avión desde San Juan la canción de Jorge Morel “Escóndeme” que sintetizaba todo nuestro trabajo de evangelización y de predicación por un hombre nuevo y transformado en Cristo: “Gracias Señor porque de tal manera amaste al mundo que enviaste a tu Hijo con amor profundo. ¿Donde estaría hoy sino fuera por ti? En un lago profundo y sin poder salir. Seguro perdido como un vagabundo. Mi alma oxidada, corazón desnudo pero llegaste tu justo a tiempo. Señor escóndeme en el hueco de tu corazón.”
Sí, Señor. ¿Donde yo estaría si no fuera por Ti? ¿Señor Jesús, como olvidar la alegría y la gente de tanta fe en Puerto Rico? Bendícelos y sánalos. Amen, Amen y Amen!
1 comentario:
PADRECITO EUGENIO, QUE FELICIDAD ENCONTRARLO EN SEMEJANTES ACCIONES EN BIEN DE LA HUMANIDAD, LOS QUE SE ENCUENTRAN LEJOS DE DIOS Y NO DISFRUTAN DE EL DE SU BONDAD Y DE SU CALOR NO CREEN LO QUE LOS ELEGIDOS PUEDEN HACER, ELLOS SE LO PIERDEN. NOSOTROS DISFRUTAMOS DE LAS BENDICIONES DEL SEÑOR DE SUS INTERMEDIARIOS, RECUERDE PADRE QUE DIOS LO TIENE EN UN RINCONCITO DE SU CORAZON. CHAO PADRE NOS VEMOS, LO QUEREMOS MUCHO. MERCEDES JORGE
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