lunes, enero 25, 2010

El obispo de las sillas de rueda

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

“Creer en Dios no es de tontos”, esta es una de las frases del obispo de Camboya, conocido como el Padre Kike Figaredo de origen español y que está realizando una obra extraordinaria con los más pobres de Camboya. Este sacerdote Jesuita, conocido por su mente amplia, corazón generoso y luchador de los desprotegidos, es un gran defensor de las victimas de las minas antipersonales.


El Padre Figaredo en el año 2000 fundó el centro Arrupe considerado como un lugar de encuentro entre la paz y la esperanza. Allí son bienvenidos todos los niños sin posibilidades, pobres, discapacitados o huérfanos a los que no pueden sacar adelante de sus lugares de miseria.

En varias entrevistas Figaredo ha dicho: “Quiero trabajar para los católicos y para los que no lo son. Abrir la Iglesia para todos”. Y una de las formas como lo está haciendo es en la promoción de sillas de ruedas para los mutilados. Pues no podemos ignorar este proyecto de sillas de ruedas en Battambang. Pues la idea del padre Figaredo se hizo realidad con la construcción de escuelas y talleres para poner en marcha el crear equipos de mutilados graduados para la construcción de sillas y alfabetizar a los niños camboyanos. Hasta la fecha se han construido 1200 sillas de ruedas por mutilados para mutilados.

25 mutilados trabajan en la construcción de sillas Mekong, telares en los que se confecciona artesanía, taller de talla de madera, taller de electricidad y carpintería, bancos de arroz, de maíz, pollos, cerdos y bueyes. Debemos hoy en día continuar con nuestra lucha en contra de las minas antipersonales y las bombas de racimo. Hoy siguen causando muertes, especialmente entre niños que las cogen para jugar por su aspecto atractivo, similar al de una lata de Coca Cola. Surgen hombres nuevos en una nueva sociedad cuando nos valoramos y apoyamos obras valiosas que benefician a la humanidad como la del Padre Kike Figaredo.

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