Por el Rev. José Eugenio Hoyos
En el reciente retiro que tuve con los servidores de la Diócesis de Brooklyn, New York sobre los carismas, dones y frutos del Espíritu Santo corroboramos una vez más la importancia que la Iglesia debe dar a las personas que han recibido estos regalos maravillosos y espirituales.
Nosotros los sacerdotes y los que tenemos una posición jerárquica dentro de la Iglesia deberíamos por el bien del crecimiento espiritual de nuestros fieles católicos prestar más atención a este tema.
Sobre todo en vez de criticar y condenar a los que desempeñan y ejercen estos carismas enseñarles a utilizar más y de forma adecuada estos dones para la edificación y fortaleza de la comunidad. Da tristeza que nosotros los sacerdotes en vez de animar desanimamos, en vez de enseñar, confundimos y creamos pánico sobre estos frutos dados a aquellos fieles que permanecen en oración y forman parte del movimiento carismático.
Preguntémonos: “¿Por qué hay desorden en los movimientos de la Iglesia? ¿Por qué los carismáticos ya no son tan carismáticos? ¿Por qué entre los renovados en el Espíritu ya no confiamos en esta fuerza del Espíritu? Nuestro pueblo necesita que nosotros los sacerdotes demos formación e instrucciones correctas para que nuestra gente no cometa errores, ni entre en fanatismos, ni siquiera contamine su vida espiritual y de oración con nuevas ideas venidas de la nueva era que mas bien apartan a los creyentes de la fe de la Iglesia cuando reconozcamos que la Renovación Carismática son los motores que están moviendo la Iglesia entonces Ella con la fuerza del Espíritu Santo avanzará.
Los carismas de lenguas y profecía bien administrados edifican y santifican a todo un pueblo. El don de lenguas no puede prohibirse al contrario debe fomentarse como un regalo maravilloso de Dios. San Pablo también señala que el que goza del don de lenguas debe pedirle al Señor que le conceda el don de interpretación. El don de lenguas, de profecía y sanación ayudan a Evangelizar. San Pablo dice: “no prohíban que se hable en lenguas”. “El que habla en lenguas se edifica a si mismo”. “Deseo que todos hablen en lenguas”. “El que habla en lenguas, no habla a los hombres sino a Dios”. Pues estamos los católicos carismáticos: “Bendecidos, Encendidos y en Victoria” Amen, Amen y Amen.
1 comentario:
Deacuerdo Padre pero los dones de Dios no se canalisan solamente a traves de la Iglesia Catolica, charismatica o de otra forma.
Los dones de Dios son Universales. O bien existen como una lluvia generosa que riega a todos en todas partes del mundo y a todas las jentes, o no existen.
El mobimiento charismatico prove un methodo para accederlos y intregarlos en la vida de unos pero no son, esos dones, perogativa unica de tal.
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