miércoles, noviembre 09, 2011

Bendiciones y sanación en Chajari, Argentina (III parte)

Por el Rev. Jose Eugenio Hoyos

Con un impresionante escenario decorado con todos los detalles súper profesionales… y un amplia tarima todo diseñado por el Padre Charreun se dio comienzo a la jornada de alabanzas, sanación y liberación esperada por miles de asistentes.

Con un fuerte sol y calor cientos de personas se iban acomodando en las sillas al aire libre de la sociedad rural de Chajari. La Santísima Virgen con una sobria procesión entraba en hombres de 4 jóvenes acompañados del Ave Maria bellamente entonado y donde pañuelos blancos le daban la bienvenida.



Con altas y encendidas temperaturas, comenzamos la gran jornada de sanación donde se sentían las fuerzas del Espíritu Santo sobre aquella comunidad llena de fe y oración. Lástima que muchas personas se perdían de vivir momentos tan maravillosos con un Cristo Sanador, hay que sacar el miedo de hacernos al dador de vía, para que tengamos un encuentro impactante con Cristo. Él nos invita a dejar el miedo atrás y a unirnos como por ejemplo, a esa legión de voluntarios que de una forma alegre y llenos de gozo hicieron posible que esta jornada de sanación en Chajari se convirtiera en uno de los eventos de suma importancia espiritual dentro de territorio argentino.
En mis 26 años de predicación son pocos los eventos que se pueden comparar con el de Chajari. Primero, aquí entre los servidores hay un solo objetivo: Cristo. Segundo: estando arriba en la tarima me sentía como predicando al frente de las puertas de la nueva Jerusalén.

La cantidad de sanaciones que estamos recibiendo por la red cibernética es impresionante y maravillosa y tercero: el buen pastor que Dios ha puesto al cuidado de las ovejas, el Padre Jorge Charreun, un hombre sencillo, humilde, lleno de fe, que contagia hasta el más incrédulo, su entrega a la gente y su energía es santificadora y envidiable para cualquiera. Y el tesoro más grande que está gestando la buena noticia de salvación: es la gente tan amable generosa y buena. Definitivamente estamos “Bendecidos, Sanados y en Victoria”.

1 comentario:

Unknown dijo...

¡Qué maravilla leer esta introducción, al pasar los días uno comienza a recordar la hermosa convivencia que pasamos, no pensamos mucho en el calor, Al menos yo, el espíritu santo, su calor fue más fuerte que el sol que nos iluminaba!Gracias padre