lunes, diciembre 05, 2011

¿Por qué soy un sacerdote feliz?


Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Recientemente un estudio investigativo de la Universidad de Chicago en los Estados Unidos ha publicado que las personas más felices son los sacerdotes y los bomberos editado en la conocida revista Forbes. Otros oficios que llenan de felicidad a otras personas son los fisioterapeutas, los escritores, instructores de educación especial, maestros, artistas, psicólogos, agentes financieros, ingenieros de operaciones.

Claro que hay en otros trabajos donde le comportamiento alegre y de gran dedicación hace que diferentes trabajos produzcan alegría y traen grandes satisfacciones. ¿Pero porque nosotros los sacerdotes somos los más felices?, yo diría que primero porque vivimos en una continua comunicación con Dios en nuestra oración y ayuda al prójimo.

El Sacerdote desarrolla el don de la paciencia para escuchar y que todos sean escuchados. Ora no por él, sino para que a través de la oración sucedan milagros y sanaciones y cuando esto pasa el sacerdote se alegra y festeja. El sacerdote es feliz porque es capaz de enfrentar los problemas, tolerando lo tolerable y comprendiendo las incomprensiones.

Somos felices porque cuando celebramos la Santa Eucaristía somos participes en la Consagración del Cuerpo y la Sangre de Cristo y somos testigos de que en cada Eucaristía sucede el milagro de la Resurrección de Cristo. Porque a través de la misericordia de Dios cuando se perdonan los pecados, los penitentes regresan a Dios y se les abre las puertas del cielo. Yo soy un sacerdote muy feliz y súper feliz porque no padezco de soledad sino que disfruto al compartir de una gran familia que Dios me ha regalado.

Soy mega-feliz porque soy parte de una esperanza, con autoestimas positiva y porque vivo enamorado del Evangelio. Soy muy feliz porque soy un portavoz de mensajes positivos que construyen puentes, que derriban barreras, que acercan a los que están distanciados y que con mis homilías se abren mentes positivas para crear una cultura más sólida de fraternidad, unidad, paz y solidaridad universal.

Soy eternamente feliz porque si volviera a nacer le pediría a Dios que fuera de nuevo sacerdote pero un sacerdote feliz y enamorado de Cristo.

1 comentario:

milton dijo...

Si somos felices es porque Dios nos da de su alegria, y porque hemos encontrado el verdadero sentido de la vida. Como dice un canto "No puede estar triste un corazon que alaba a Cristo"... Somos felices en medio de las dificultades. Bendicion para todos los sacerdotes