Llevamos más de 29 años desarrollando, viviendo, experimentando y escuchando poderosos testimonios de Sanación en nuestra Diócesis de Arlington, Virginia y todavía encontramos feligreses que piensan que estos Ministerios de Sanación, Intercesión y Liberación solo pertenecen a las Iglesias evangélicas o pentecostales, se nos ha olvidado el mandato de Cristo Jesús como único salvador y sanador que en las mismas Sagradas Escrituras nos anima a realizar y continuar su obra en Lucas 9:2 dice “que hemos de Predicar el reino de Dios y Sanar a los enfermos”.
¡Cuántos enfermos hoy en día le piden a Jesús Sanación en la
Iglesia Católica! Millones cada día se aferran a la Oración para pedir Sanación.
El poder de Cristo sigue, ha existido y seguirá existiendo por siempre.
Los enfermos necesitan con urgencia en nuestra Iglesia Católica
que le ayuden a encontrar al único y verdadero, Cristo cirujano divino y así
aferrarse a la esperanza y gozar de una vida más fortalecida y saludable.
En muchas Diócesis en el mundo Católico están tomando con
mucha seriedad estos ministerios que
juegan un papel de suma importancia en la Fe de los Católicos. Es la respuesta
a una pastoral efectiva para la salud de de los enfermos.
Lógico que la Renovación Carismática Católica nunca ha
desconocido el papel fundamental del Sacramento de la unción de los enfermos
dada solo a los Sacerdotes. Pero los laicos en los grupos de Oración juegan un
papel primordial.
Todo el que desee participar de estos ministerios debe tener
una formación profunda sobre la Iglesia y su doctrina. Este ministerio no es
para todos, ni se debe imponer las manos sin la preparación adecuada, deben
haber tomado el seminario de vida en el espíritu, tener los Sacramentos y mínimo
debe ser parte activo de un grupo de Oración por más de 3 años, el Ministerio
de Sanación es un canal abierto al amor de Dios sobre los enfermos. La Iglesia
debe animar, formar y promover estos Ministerios que hacen mucho bien a la
Iglesia.
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