miércoles, marzo 05, 2014

Cuaresma tiempo de conversión y generosidad.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.

Como pasa el tiempo de rápido y no nos damos cuenta, son las expresiones de una gran mayoría de católicos que se están preparando para recibir la Cuaresma y vivir este tiempo Espiritual en Fe, Oración  y penitencia. Este es un tiempo maravilloso para que renovemos y cambiemos nuestras actitudes mundanas y tengamos un encuentro personal con Cristo Jesús.
Son solo 40 días y ojala fuera todo el año donde reanudamos nuestro compromiso de amistad con quien de verdad dio la vida por cada uno de nosotros en la cruz en aquel Gólgota.

Nuestra obligación como bautizados comienza el miércoles de Ceniza y termina antes de la cena de Jesús el Jueves Santo.
El color morado lo vamos a ver en las casullas y en las estolas de los Sacerdotes, Obispos y Diáconos. Se utiliza el morado porque es el signo de la penitencia, del silencio, del respeto a lo sagrado y es también luto.

Nuestra Iglesia Católica en el mundo Cristiano nos invita vivir la Cuaresma viviendo y practicando el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo en Oración dedicando un buen tiempo en silencio ante el Santísimo Sacramento, visitando los enfermos, pidiendo por los prisioneros, rogando a Dios por los países que están en violencia o lugares en conflicto y siendo generosos compartiendo con los más necesitados y siendo solidarios con las familias indocumentadas que sufren.

Es tiempo importante de vivir a plenitud el Sacramento de la penitencia y de reconciliarnos definitivamente con Dios, en este tiempo arrojando fuera el pecado, el rencor, los comentarios negativos, los chismes, las envidias las divisiones, los odios, la pereza; así es como ayudamos a cargar cada día la luz de Cristo nuestro Señor.
Cristo es una necesidad apremiante para nuestro mundo de hoy “Cristo se entrega a si mismo por la Iglesia su esposa, para hacerla Santa purificándola por medio del baño por la palabra a fin de hacer comparecer ante sí a su Iglesia  toda gloriosa, sin mancha, ni arruga, ni nada semejante, sino Santa e inmaculada” (2 Corintios 5-15).

El ayuno, la perseverancia en la Oración y la caridad son los grandes signos de vivir en Cuaresma.
San Pedro Crisologo obispo y Padre de la Iglesia afirma: “Estos tres resortes hacen que la Fe se mantenga firme, la devoción sea constante y la virtud permanente porque la Oración llama, el ayuno intercede, la misericordia recibe.

Oración, misericordia, ayuno constituyen una sola y única cosa y se vitalizan recíprocamente”.
Tenemos 40 días para que colaboremos y participemos activamente en la campaña Cuaresmal de nuestro Obispo Laverde que beneficiara directamente todas las obras de caridad y apoyaran los programas de la nueva evangelización, nuestra caridad empieza en casa.

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