Para nuestra comunidad hispana la familia siempre ocupara el centro de importancia en nuestras vidas. A pesar de que como familia inmigrante que somos no podemos perder nuestra cultura, nuestra historia y menos nuestra FE en la Religión Católica que profesamos.
El ser humano es tan misterioso como insaciable en todas sus dimensiones y los padres de familia no escapan a esta realidad concretamente en su relación con los hijos, pues aunque duela debes admitir que está llena de verdad la afirmación que dice “Las personas solo aprendemos a ser hijos, después de ser padres y solo aprendemos a ser padres después de ser abuelos”.
Pareciera como que la vida te maltrata y no te permite vivir
con intensidad cada experiencia. Pero es lo contrario, la vida misma te concede
la oportunidad para que te realices desde tu libertad, lo que sucede es que el
ser humano, unas veces orgulloso y otras veces humilde necesita en sus adentros
ser él y después que cae en la cuenta de sus omisiones, de sus errores entonces
se lamenta por el tiempo que cree perdió, mas es así como aprende a valorar y a
ver lo que antes no veía con claridad.
Por ejemplo, si como padre o madre ves importante la música
de piano para tu hijo; desde pequeño le inculcaras enamoramiento, pasión,
dedicación por dicha música.
No se trata de imponer gustos y decisiones a tus hijos sino
de presentarles varias opciones de desarrollo de sus facultades, pues cuando tu
hijo nunca ha palpado una realidad, lo más posible es que jamás se interesara
por ella.
La clave está en vivir con intensidad, cada momento, cada
día, semana tu relación con tus hijos, con los demás y colocándole una dosis
mayor de empeño a tus propósitos, no dejar para después lo que puedas realizar ahora, consciente ya
de que lo que tu papá o tu mamá, dejes de hacer por tus hijos, no lo hará nunca
nadie y que lo que dejes de hacer lo sentirás siempre como un vacío que tú
misma historia personal se encargara de reclamártelo.
Si tu hijo te ve Orando y perseverando en la Iglesia; cuando
crezca hará lo mismo.Recuerden padres de familia que llegara un momento en que sus hijos tomaran las riendas de sus vidas y entonces actuaran a partir de los valores o los antivalores que le diste como semillas y como testimonio y que podrá tenerte o no como su mejor amigo y confidente. Y recuerda que familia que Ora unida permanece unida, no se te olvide que todos somos la gran familia de Cristo nuestro Señor quien vive y reina por los siglos de los siglos ¡Amen!
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