lunes, diciembre 08, 2014

Con la fuerza del Espíritu Santo soportamos las pruebas.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.


Este tiempo de adviento nos ayuda a mejorar y fortificar nuestro estado de ánimo espiritual. Son cuatro semanas que nos oxigenan nuestro caminar en la Fe, es cierto que estamos en espera del nacimiento de Cristo.
Para antes de su llegada desde el cielo Él ya nos está mostrando su poder y su fuerza; los jóvenes carismáticos en nuestro programa radial dominical  les hablan a otros jóvenes de estar listos en Oración y salir del desierto de las drogas, los vicíos y la pereza que no los  deja acercarse a la Iglesia.
 
La esperanza nos anima a creer en un mejor mañana, la esperanza en el Espíritu Santo revitaliza nuestras fuerzas y nos mantiene saludables.

El domingo pasado en la misa dominical de nuestra parroquia Santiago apóstol orábamos por el niño Samuel de solo 9 años con una enfermedad terminal que cada año lo convierte en un vegetal y los padres de estos niños decían: “La esperanza, la Oración y la Alabanza son nuestra mejor medicina para nuestro hijo y para nosotros; pues eso nos ha ayudado a fortalecer más nuestra Fe y aceptar los momentos difíciles”.
 
Y en realidad somos capaces de soportar pruebas más fuertes de lo que pasamos, con una resistencia que nos sorprende.
Somos capaces de soportar pruebas y de vencerlas en lo que parece invencible, cuando estamos unidos a Dios y  él se muestra fuerte en nuestra debilidad.
Con Cristo somos más que vencedores. Y recuerde que ¡Cristo vive!

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