Por José Eugenio Hoyos
No debilites ni apagues tu fe y tu confianza en Cristo Jesús.
No reniegues pensando que El no escucha tus oraciones ni
tiene en cuanta todas las veces que de rodillas has hecho tus peticiones por
una sanación o un milagro.
“Dios no es lento en contestar sus promesas. Él quiere que
aprendas a desarrollar fe y paciencia” (Hebreos 6:12).
Bendecido es aquel que se levanta multitud de veces después
de incontables caídas y de varios intentos y sigue enamorado de Dios. El que
confía y cree en su victoria antes que se cumpla es el tipo de Cristiano que
anda buscando Dios.
A Dios le encanta que estemos en línea directa con El y que
esa comunicación y relación surja de haber nacido de nuevo, de un deseo sincero
de enamorarnos de El cada día más y más, y que ese amor se refleje en nuestro
interior y exterior, en obediencia, en entusiasmo, en servir a los demás, en
participar con gozo en las actividades de familia y de la Iglesia, en
esperanza, unidos en oración y en verdadera libertad.
No formes parte dela loca carrera de los que se alejen de
Dios, se parte de los elegidos, sanados, liberados y bendecidos por Dios. Razón
tenía San Antonio de Padua “un cristiano fiel iluminado por los rayos de la
gracia igual que un cristal, deberá iluminar a los demás con sus palabras y
acciones, con la luz del buen ejemplo.”
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