Arlington Catholic Herald
22 de mayo de 2008
El pasado fin de semana cientos de jóvenes hispanos se reunieron en las instalaciones del seminario del Monte de María en Emmitsburg, Md., para celebrar una gran vigilia y retiro en torno al Espíritu Santo.
Fue refrescante y nos llenó de gran alegría ver a jóvenes adolescentes de diferentes parroquias rezar el Santo Rosario y llevar la imagen de la Virgen María a cuestas por las calles de Arlington al siguiente día, terminando con la Santa Eucaristía y comprometiéndose con ser mejores hijos y católicos verdaderos.
Cada vez el joven de hoy sabe que su trabajo misionero es importante en la construcción del reino de los cielos. Es por eso que dos veces al mes los jóvenes van de casa en casa invitando a las familias cristianas a incorporarse a la iglesia católica, a vivir a plenitud los sacramentos, llevando información sobre los programas pastorales de la Diócesis de Arlington, enseñando a rezar el rosario, el respeto a la imagen de la Virgen. Aunque en algunos lugares son rechazados y no les abren las puertas a estos jóvenes misioneros, estas actitudes no los desaniman, todo lo contrario saben "que la mies es mucha y los obreros pocos" (Lucas 10, 1-12).
Hay mucho por hacer en este mundo para extender el Reino de Cristo, para hacer que, como rezamos en el Padre Nuestro, "venga su Reino" sobre nosotros. Los jóvenes hispanos han entendido que las sectas protestantes están realizando un proselitismo agresivo y que los católicos debemos tomar acción llevando el evangelio a los demás.
"Cristo necesita de nuestra colaboración. Por eso manda otros 72 discípulos a predicar. No se basta con los doce y manda otros 72. Esto es, no sólo manda a sus sacerdotes, es decir, sus 12 apóstoles, sino también a los laicos. Cristo necesita que en verdad tomemos en serio el compromiso que hemos adquirido cuando fuimos bautizados y que reafirmamos el día de la confirmación. " (P. Clemente González)
Hoy Cristo envía a los jóvenes a predicarle en nuestro entorno social. Por tanto no será fácil, ya nos lo ha advertido: "os envió como ovejas en medio de lobos." Pero al mismo tiempo no hay que tener miedo porque Cristo mismo ha prometido a sus discípulos que estará con ellos hasta el fin del mundo. Que Cristo sea hoy nuestro criterio de acción y que les demos la oportunidad y el apoyo a todos los Jóvenes Misioneros de América.
Foto: Padre Hoyos y jóvenes misioneros
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