Rev. José Eugenio Hoyos
El Diario de Hoy
Jueves, 17 de Julio de 2008
¡Oh gloria inmarcesible,
oh júbilo inmortal!,
el surco de dolores
el bien germina ya,
cesó la horrible noche
la libertad sublime
derrama los dolores
del que murió en la Cruz...
Estas serían las palabras en que muchos millones y millones de colombianos y hermanos y amigos de Colombia se unirán el domingo para celebrar la gran marcha mundial para la paz y para pedir a gritos la liberación de miles y miles de hermanos colombianos que se encuentran todavía secuestrados en las selvas de Colombia.
Estas son las primeras letras de nuestro Himno Nacional de Colombia y qué increíble que estas palabras todavía tienen un gran eco mundial. Ahora le estamos pidiendo a El Salvador que se una para decirle al mundo: no más FARC. Yo les pido desde ahora a ustedes que han sido mis hermanos de El Salvador, que es mi segunda patria, que no se dejen engañar por estos terroristas.
Muchos de sus jóvenes, de sus familias, están sufriendo por las consecuencias de las drogas. Recordemos que la droga que llega a este país y a Centroamérica viene protegida por las FARC, que al año ganan $300 millones por este sucio negocio que destruye a sus familias, sus hogares, haciendo que cada vez más crezcan más y más las maras, las pandillas en este país.
Recuerden, queridos amigos, en este 20 de julio que las FARC no es un grupo guerrillero, no es un grupo que esté luchando por ideales o por una justicia social, este es un grupo de narcoterroristas. Ojalá ustedes nos acompañen con Ingrid Betancourt, con Juanes, con Shakira, con tantos artistas, con tantos ganadores de premios Nobel como Gabriel García Márquez para que salgamos a las calles. Yo lo haré desde Washington con tantos hermanos salvadoreños y la comunidad internacional.
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