Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Si, Adviento como decíamos en la reflexión anterior es un tiempo de preparar los caminos al Señor. También este es un tiempo para tomar conciencia y unirnos para defender nuestra fe cristiana, neutros símbolos y las devociones católicas.
Si en realidad estamos preparando el camino al Señor, ese mismo camino hoy en nuestra sociedad hay que defenderlo y limpiarlo de tantas personas e ideologías negativas que quieren borrar de nuestra sociedad y de nuestras familias a Cristo nuestro Señor. Con gran tristeza y horror vemos a través de los medios de comunicación como algunos gobiernos, por ejemplo, quieren sacar de las aulas de clases los crucifijos, las imágenes sagradas y de que no se hable de religión.
Estados Unidos no se está quedando atrás; a los legisladores se les olvidó que en la Constitución del país, Dios es la fuente y la guía de esta nación. Que sus memorias han sufrido un infarto pues en los billetes dice: “En Dios Confiamos”, ¿pero en que clase de Dios? Si es una gran vergüenza de que les estorbe los símbolos religiosos en los lugares públicos con la gran excusa de que la religión y el estado van por diferentes lados y son dos instituciones diferentes; lógico que si eso lo sabemos.
Pero eso no obliga a que Dios, Cristo, la Virgen y los Santos sean imparciales. Todo lo contrario, tanta violencia, perdida de valores, falta de respeto a los inmigrantes, a los derechos humanos es indiscutiblemente por la AUSENCIA DE DIOS. Si sacamos a Dios, la religión y las imágenes destruimos la fe. Un imperio por muy poderoso que sea se destruirá. Al no tener a Dios como prioridad nuestra fe y esperanza será muy frágil. Que ojalá el Tiempo de Adviento nos ayude a sacar la Navidad al frente de nuestros hogares y que iluminemos con luces nuestras fachadas y con la luz de Cristo nuestros corazones.
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